El sindicalismo argentino, desde comienzo del siglo XX, ha sido escuela de luchas obreras y organizada de los trabajadores que buscan reivindicar sus derechos como tales.

En una nueva era tecnológica, donde el poder económico plantea diferentes paramentos, el movimiento obrero encuentra instancias donde, claramente, necesita un análisis modernos de las organizaciones y los sindicatos.

En este marco, se llevó a cabo en el Salón Blanco del Sindicato Empleados de Comercio, un encuentro de debate denominado “Los desafíos del movimiento obrero latinoamericano en el marco de la crisis global” organizado por el Centro de Estudiantes Humanidades y Arte UNR.

El panel contó con la presencia de Victorio Paulón, Alberto Botto, Matias Layus y la visita especial de Lourdes Regueiro Bello, investigadora del Centro de Política Internacional CIPI de la Habana.

Conclusión dialogó con la investigadora cubana y le consultó sobre los nuevos sistemas laborales a los que se ven sometidos los trabajadores. “Se repite algo que ha verificado la historia y eso es la organización dentro de la clase obrera no sería posible dar satisfacción a las demandas del sistema y lastimosamente, en las últimas épocas se ha tenido que dar embates de políticas que son antiobreras”, explicó Bello.

Respecto a la visión de los sindicatos de la Argentina, Regueiro Bello expresó que “conozco con argentinos en la década de los 80 y siempre me impresionó el nivel de politización que tenían los compañeros de la clase obrera, como un profesional. Yo creo que ese nivel de politización ha determinado que Argentina no esté inmersa en ese proceso de desindicalización, lo que ha dado cuenta un nuevo proceso de organización sindical”.

 

“En algún momento, tendrá que llegar un encuentro que quizás no implique la pérdida de identidad de cada sector, pero sí determinados encuentros de convergencia para enfrentar los desafíos que tiene la clase obrera”, concluía la investigadora cubana.

Por su parte, el histórico dirigente, Victorio Paulon, mencionó que “veo bien el movimiento obrero, porque el primer desafio que tenía era esa nueva generación de trabajo que ingresó en el 2003 y veo una tasa muy alta de sindicalización. Hoy la mayoría de los trabajadores son jóvenes y los dirigentes somos viejos, ahí hay un empalme histórico que se va a resolver positivamente”.

Sobre la importancia de la participación de las mujeres en el sindicalismo actual, el secretario de Derechos Humano de la CTA, expresó que “un rol activo, han tomado el sindicalismo por asalto”.

“Al sindicalismo le hizo muy bien, derribó muchos prejuicios, ha sido un cambio de calidad, un salto cualitativo en esta construcción. Creo que el sindicalismo que viene va a tener mas presencia de compañeras” continuaba Paulón.

Al consultarle sobre el paro del 30 de abril, Paulón fue determinante al decir que “es un paro que salió de abajo para arriba. Hemos acompañado desde las dos CTA. Que reúna 70 organizaciones sindicales significa un grado de ruptura en la organización sindical. Después de esto viene una renovación y nosotros entendemos que es momento de hacer síntesis y marchar una central única nuevamente con un liderazgo mas joven, más fresco”.