El Arzobispo de la ciudad, Monseñor Eduardo Martín, destacó este miércoles, día que se celebra a la Virgen del Rosario, que es necesario transitar esta jornada «pidiéndole nos libre de estos sufrimientos prolongados que estamos pasando».

«Hay que pedirle que, con su intersección, el Señor nos libre de estos sufrimientos prolongados que estamos pasando, no solo aquí sino que toda la humanidad», afirmó Martín en dialogo con Conclusión en el inicio de este 7 de octubre.

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El titular del Arzobispado de Rosario también indicó que es preciso pedirle «la fuerza y la luz para saber cuáles son los pasos que tenemos que dar para salir de esta situación».

En la misma línea, Monseñor Martín pidió fortaleza para trabajar en unidad para conseguir una salida conjunta a la actual situación, cuyos males no se reducen únicamente a la cuestión sanitaria. «Además de la pandemia han venido una serie de consecuencias sociales, económicas, de trabajo y educativas, psicológicas, espirituales y más. Todas afectan la vida de las personas», aseguró.

«No perdemos la esperanza, porque justamente la Virgen es madre de ella. Estuvo al pie de la cruz de su hijo, pero hoy goza de su triunfo definitivo en el cielo, por eso los cristianos somos gente de esperanza y creemos que en ella está puesta esa esperanza de nuestra vida», agregó el Arzobispo.

Al momento de hacer un balance de la actualidad de la ciudad y los problemas que la aquejan, el Arzobispo contó que han hablado con el intendente Pablo Javkin, con quien -dijo- compartieron la preocupación por la situación de los barrios empobrecidos.

«También está la situación de la violencia, que tantas vidas que este año ya se ha llevado. Es otro virus al que no se le encuentra solución, pero claramente no es un problema solamente de la ciudad, sino que reclama una política de todos los ámbitos para combatir el narcotráfico», dijo Monseñor Martín en declaraciones a Conclusión.

«Eso por un lado, que es tremendo, es un flagelo, pero hay otra contraparte que es el consumo. Una sociedad que naturaliza el consumo se está dañando a sí misma, ese es el otro drama», concluyo.