En una nueva emisión de «De Aquí y Allá», Gerardo Scarcello dialogó con Gastón René González, un ex futbolista rosarino con un gran historia de superación en su haber.
Durante su carrera profesional jugaba como volante de contención. Jugó 209 partidos y convirtió 11 goles, en tres categorías de Argentina (segunda división, Federal A y Federal B). Desde Sauce Viejo, en Santa Fe, relata su historia de vida como jugador y como entrenador, inclusive en varios países.
Gastón René González comenzó a despuntar su virtud de jugar al fútbol desde muy chico, aunque a los 18 meses le fue detectado un virus en el fémur derecho, una infección que a temprana edad, podría haber significado amputarle una de sus extremidades.
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La medicina de entonces pudo, tras buenos tratamientos, y drenajes poder evitar lo que habría sido un hecho postrante en su vida.
Nadie le puede impedir a un chico jugar a la pelota, y menos a Gastón, que lo consiguió a pesar de que tenía dañado el cartílago de su cadera en la parte derecha, y por ello tenía prohibido realizar cualquier tipo de deporte de contacto.
A los 9 años ingreso a las inferiores de Colón, y a los 12 se fue a probar a la escuela de fútbol Renato Cesarini. Destaca que esta escuela más que enseñar a jugar al fútbol, le ha ayudado a formarse en lo humano, para saber desempeñarse en la vida.
“Renato te encamina en la vida”, dice Gastón, “te hace persona, para mí eso es Renato”
Además, el ex jugador habló de las diferencias de las diferentes ligas en Argentina, y de la desaparición del Federal B, que hoy bien podría llegar a ser una fuente formadora de un semillero importante, en donde hay más de 3000 jugadores esperando, abriendo un mercado laboral en este deporte para cancheros, utileros, entrenadores o bufeteros, entre otros. “Que no vuelva el federal B, es un tema polñitico”, piensa Gastón.
Cada vez que le tocaba ingresar a un campo de juego, sentía miedo, temor, intriga, una sensación que atribuye a “la responsabilidad que se tiene al tener que desempeñar tu vocación, porque te importa lo que haces, por que tenés pasión”.
“Cuando la pelota comienza a rodar no existe más nada”, expresa
Con más de 200 partidos jugados profesionalmente, pudo gritar 11 goles, como volante de contención, más preocupado por defender que por atacar. Se define como un «duro como con el cuchillo entre sus dientes», como su ídolo, Blas Armando Giunta.
Recorrió todo el pais, en su periplo por más de 20 equipos, pasó por Talleres de Perico, Federación, Crucero del Norte, San Martín de Tucumán, Atlético de Tucumán, Central Norte de Salta, Gimnasia y Tiro, Arsenal, Aldosivi, Colón de Santa Fe, entre otros.
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Pero después de conocer tantas ciudades argentinas, dice Gastón que a la hora de elegir un lugar, se queda con el norte argentino, por su gente, y si tiene que ser más preciso, la ciudad de Salta.
Durante su carrera Gastón asegura que defendía a sus compañeros, se sentía identificado con la gente, e incluso se hizo devoto de la Virgen del Cerro.
En otro pasaje de la charla, González hace referencia a su rol como entrenador en Kuwait, donde estuvo más de cuatro años, para la cual tuvo que aprender a hablar en árabe.
El ex futbolista evidenció en esta entrevista parte de su carácter, su superación, compañerismo y pasión.
