A la hora de contratar un servicio o adquirir un producto a través de canales electrónicos, generalmente aparace una pantalla que muestra la leyenda «términos y condiciones» acompañada de un texto interminable, en muchos casos. Para continuar con la gestión en necesario, indefectiblemente, cliquear en un recuadro donde aparece un tilde y luego otro click en «Acepto». Este simple paso implica una serie de cuestiones importantes a las que nos somentemos o renunciamos en ese mismo momento.
Ejemplos sobran: pueden ir desde que la empresa no se hace cargo de nada en el caso de un producto defectuoso, que sucederá en caso de accidentes en un lugar de esparcimiento, o el uso de la imagen en el caso que se tomen fotos al asistir a un determinado lugar, o el uso que se hará de nuestros datos personales que quedan en la base de datos de la empresa.
Lo cierto es que dicho texto, en general es muy extenso y con términos que en muchos casos desconocemos o no comprendemos con exactitud. Justamente este tipo de texto tiene la intención de que no sean leidos por los usuarios, en consecuencia, se pasa por alto, y para continuar rápidamente con la gestión, se acepta, sin saber a qué condiciones impuestas unilateralmente por la empresa nos estamos sometiendo.
Entonces, más allá de lo que sucede y del comportamiento de los consumidores: ¿Qué son los términos y condiciones?
Los términos y condiciones no son otra cosa que el contrato en la relación de consumo entre el proveedor y los usuarios, donde establecen las pautas generales de la contratación.
Si bien se entiende que es tediosa su lectura, se recomienda hacerla con detenimiento dado que ahí se podrán evacuar las dudas sobre el funcionamiento del servicio o del producto, o de las políticas de la empresa que a contratar.
Se recomienda que se preste atención a los riegos, las responsabilidades, las políticas de cambios, y demás.
De esta manera el consumidor se asegura de contratar un servicio o comprar un producto que se adecua a sus necesidades, evitando asi problemas y evita problemas a futuro.
Es importante que los consumidores tomen conciencia; y que estar debidamente informados les permite convertirse en consumidores más inteligentes, más activos y más críticos.
En este caso, los proveedores cumplen con el deber de información, que muchas veces se puede cuestionar judicialmente si dichas clausulas violan algún derecho o no, pero ellos cumplen con su parte, es importante que los consumidores cumplan con la suya.
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