En la zona mesopelágica o del crepúsculo, ubicada entre 200 y 1.000 metros de profundidad en el fondo marino, fueron descubiertas estas tres especies de tiburones que son capaces de emitir luz en la oscuridad. Un equipo de científicos de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) viajó en enero de 2020 hasta Nueva Zelanda y se pasó un mes en alta mar para estudiar los tiburones en Chatham Rise, en la costa este del país.

Jérôme Mallefet, el líder de la expedición, ha dedicado toda su vida al estudio de estos peces y está convencido de que el 11% de las especies de tiburones conocidas son bioluminiscentes. Su viaje a Nueva Zelanda le ha permitido demostrarlo ante la comunidad científica con tres de estas especies, en un estudio publicado en la revista Frontiers in Marine Science.

El líder de la expedición, Mallefet consiguió capturar especímenes de tres familias diferentes: el tiburón linterna de vientre negro (Etmopterus lucifer), el tiburón linterna del sur (Etmopterus granulosus) y el tiburón cometa o carocho (Dalatias licha). Los transfirió a un tanque de agua en una habitación oscura del buque y allí su equipo pudo fotografiar como los animales emitían una espectacular luz azul-verde.

“Mi sueño era ver el Dalatias licha brillando porque nadie antes en el mundo lo ha visto, y estoy convencido de que se trata del tiburón bioluminiscente más grande conocido hasta ahora”

Mallefet

Mallefet afirma que el tiburón carocho puede llegar a medir 180 cm y se ha convertido, gracias a este descubrimiento, en el vertebrado luminoso más grande del mundo.

Los animales bioluminiscentes tienen unos órganos, los fotóforos, que son los que producen la luz. En la mayoría de ellos este proceso está controlado por el sistema nervioso. Pero cuando el equipo de científicos belga estudió la piel de los tiburones capturados, donde se encuentran los fotóforos, se llevó una sorpresa al averiguar que se trata de los únicos animales cuya producción de luz está controlada por las hormonas.

El siguiente paso para los investigadores fue averiguar la razón por la que los tiburones emiten luz. Mallefet cree que la hipótesis más plausible es que sea una técnica de camuflaje para sobrevivir en una zona del océano donde no hay muchos sitios para esconderse:

“Un tiburón de tamaño pequeño como estos puede ser comido por cualquier pez grande u otros tiburones. Si está nadando y hay una luz azul encima de él, cuando un depredador pasa por debajo puede ver muy fácilmente la sombra de su presa contrastada con la luz. Pero si la silueta del tiburón está produciendo también una luz azul, las dos luces se mezclan. Se llama la hipótesis de la contra sombra, brillar para desaparecer y evitar que te coman los depredadores.”

Mallefet

Mallefet espera que pueda participar en otra expedición marítima una vez se haya controlado la pandemia. Su sueño es seguir investigando las zonas oscuras del océano y averiguar si, como él cree, la bioluminiscencia es una forma de comunicación para los habitantes de las profundidades.