Los investigadores del Instituto SETI, conocido por su labor en la búsqueda de señales de inteligencias extraterrestres, han ampliado sus horizontes de estudio al sumergirse en el fascinante lenguaje de las ballenas jorobadas. En un hecho sin precedentes, el equipo sostuvo una «conversación» de 20 minutos con uno de estos majestuosos mamíferos en alta mar, marcando un hito en la interacción comunicativa entre humanos y ballenas.

El Instituto SETI es una organización de investigación sin fines de lucro cuya misión es explorar, comprender y explicar el origen y la naturaleza de la vida en el universo, y aplicar los conocimientos adquiridos para inspirar y guiar a las generaciones presentes y futuras. Su objetivo es el descubrimiento y el intercambio de conocimiento como embajadores científicos para el público, la prensa y el gobierno.

Las ballenas jorobadas, reconocidas por su inteligencia, complejidad social y habilidades para fabricar herramientas, han sido objeto de atención de los científicos del SETI en colaboración con expertos de la Universidad de California Davis y la Fundación Ballena de Alaska. El Dr. Fred Sharpe, investigador de la Fundación Ballena de Alaska, señala que estos cetáceos no solo se comunican mediante cantos, sino también a través de llamadas sociales y otras formas de interacción.

La «conversación» se llevó a cabo mediante la emisión de una señal de saludo pregrabada a través de un altavoz submarino. La ballena jorobada, apodada Twain por el equipo, respondió a cada llamada emitiendo señales con un patrón similar al sonido pregrabado. Los investigadores dividieron esta interacción en tres fases distintas: captación, agitación y desconexión, observando cambios en la latencia de los sonidos y el comportamiento de Twain.

Aunque pueda parecer un simple intercambio, los científicos del SETI destacan la importancia de este experimento para comprender mejor cómo podríamos interpretar las posibles comunicaciones extraterrestres. La meta es desarrollar filtros que permitan ampliar la detección de señales alienígenas, utilizando la teoría de la información para cuantificar la complejidad de las formas de comunicación.

El artículo publicado recientemente en la revista Peer J sugiere que futuras pruebas deberían ser más interactivas, explorando una variedad más amplia de sonidos en respuesta a las llamadas de los animales. Además, los investigadores están preparando un segundo trabajo sobre el comportamiento comunicativo no auditivo de las ballenas jorobadas, incluyendo los anillos que crean en presencia de humanos, que podrían ser formas de comunicación con nuestra especie.

Este estudio coincide con otra investigación que revela la sorprendente complejidad del «lenguaje» de las ballenas jorobadas. Liderado por expertos de la Universidad de California en Berkeley, este trabajo identifica elementos hasta ahora desconocidos en los sonidos de las ballenas, sugiriendo analogías con el habla humana. Según el equipo, las ballenas son capaces de controlar con precisión la frecuencia de sus vocalizaciones, lo que implica una comunicación mucho más compleja de lo que se pensaba.