Según un estudio de la revista PNAS la supervivencia del perro cantor de Nueva Guinea (Canis lupus hallstromi) ya no es una incógnita. Los miembros del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) y la Universidad de Cenderawasih en Indonesia, han utilizado la biología de la conservación y la genómicas para confirmar que los ejemplares vistos en Indonesia son ejemplares de esta especie ancestral.

Los primeros estudios sobre esta singular especie canina datan de finales del siglo XIX, cuando se dio a conocer su vocalización única y característica, capaz de producir sonidos agradables y armónicos con calidad tonal.

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Desde la década de 1970 no se había visto ningún ejemplar en su hábitat natural. Únicamente se tenía constancia de la existencia de unos 200-300 ejemplares en cautividad en centros de conservación, pero la endogamia había provocado una pérdida de diversidad genética que no solo amenaza la supervivencia de la especie, sino que además dificultaba el estudio de sus orígenes.

«El perro cantor de Nueva Guinea que conocemos hoy en día es una raza que fue creada básicamente por personas», explica la investigadora Elaine Ostrander, autora principal del artículo. «Ocho fueron traídos a los Estados Unidos desde las tierras altas de Nueva Guinea y se criaron entre sí para crear este grupo».

Sin embargo, en Nueva Guinea existe otra raza salvaje, el llamado «Perro Salvaje de las tierras altas», cuya apariencia física es increíblemente parecida a la de los perros cantores de Nueva Guinea.

Este perro está considerado el animal más raro y antiguo que existe, anterior al surgimiento de la agricultura humana y que no ha sido sometido a la reproducción selectiva impulsada por los humanos para perfeccionar las razas actuales.

Durante décadas, los investigadores defendieron la hipótesis de que estos perros salvajes podían ser el predecesor de los perros cantores cautivos de Nueva Guinea, pero la naturaleza solitaria de estos canes y la falta de información genómica impedía probar la teoría.

Hasta que en 2016, la Fundación del Perro Silvestre de las Tierras Altas de Nueva Guinea envió una expedición a Puncak Jaya, una cima de montaña en Papua, Indonesia, y descubrió quince ejemplares en estado salvaje a unos 4.000 metros de altitud.

Durante tres años, los investigadores recogieron muestras de sangre en su entorno natural, así como datos demográficos, fisiológicos y de comportamiento.

Los científicos han comparado el ADN de los perros cantores cautivos de Nueva Guinea y el de los perros salvajes de las tierras altas y han observado que ambas razas tienen secuencias genómicas muy similares, mucho más cercanas entre sí que a cualquier otro cánido conocido. Lo que explicaría que no tengan los genomas idénticos es la endogamia de los perros cantores y por el hecho de haber estado separados físicamente durante varias décadas.

El estudio concluye que las vastas similitudes genómicas entre estos perros indican que, a pesar de los diferentes nombres, son la misma raza. Esto demuestra que la población original de perros cantores de Nueva Guinea no se ha extinguido en la naturaleza.

Fuente: Artículo científico de referencia New Guinea highland wild dogs are the original New Guinea singing dogs. Ostrander, E.A. et alt. PNAS , 31 de agosto de 2020.