Un estudio que se acaba de publicar en Journal of Fluid Mechanics, de la mano de científicos de la Universidad de Strathclyde, en Reino Unido, y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangsu, en China, busca dar cuenta de por qué los patitos siguen a su mamá en fila.

En él, elaboran una serie de modelos numéricos en los que se demuestra que, efectivamente, la manera más eficaz de nadar para los patitos es en fila india.

Todos detrás de mamá pato

Mamá pato es la más experimentada en el nado, por lo cuál hace la mayor parte del esfuerzo.

De hecho, estudios anteriores a este, realizados en peces, mostraron que estos podrían ahorrar hasta un 62,8% de esfuerzo metabólico si nadan detrás de un líder. Esto sugiere que podría ser la causa por la que los patos nadan detrás de su madre. Pero aún seguiría sin estar clara la explicación física de ese ahorro. Y eso es lo que buscaron estos científicos.

Con su modelo, vieron que las olas que genera la madre al nadar chocan con las del patito que va inmediatamente detrás de ella, de modo que se interrumpe el arrastre al que este se vería sometido, permitiéndole empujarse hacia delante. Pero no solo el primero se ve beneficiado. En realidad este esfuerzo materno sirve a todos los patos de la fila, pues la ola generada en cabeza puede ir de uno en otro sin perder energía en el camino.

En conclusión, los patitos detrás de su mamá «surfean» las ondas generadas por su madre, lo que les permite seguirle el ritmo.

Y esto es algo que también condiciona a los patos en otras facetas de su vida. Por ejemplo, los autores del estudio creen que los beneficios de nadar en fila pueden moldear sus instintos primarios, pues tienden a seguir inconscientemente cualquier objeto que vean en movimiento cuando pasan un periodo en tierra. No tiene por qué ser necesariamente su madre. Ni siquiera otro pato.