Sereno y Wagner Figueiredo de Lima estaban muy unidos. Él era vaquero en el municipio brasileño de Cajazeiras, así que juntos se dedicaban a controlar el ganado. Compartieron ocho años uno al lado del otro.

El jinete murió el 1 de enero, tras sufrir un accidente mientras manejaba su moto. Al organizar el funeral, su hermano, Wando de Lima, sabía que Sereno tenía que estar presente para despedir a su amigo.

“Ese caballo era todo para Wagner”, contó Wando, que es quien lo va a cuidar a partir de ahora. “Va a ser siempre parte de la familia”, dijo.

El funeral se realizó el martes 3. Cuando estaban subiendo el ataúd al vehículo que lo iba a llevar hasta el cementerio, Sereno se acercó y lo acarició con su cabeza. Luego empezó a hacer un relincho muy agudo. Parecía un sollozo.

“Era como si el caballo supiera lo que estaba ocurriendo y quisiera despedirse. Durante todo el trayecto relinchaba y movía las patas”, dijo Wando.