Científicos italianos y alemanes crearon embriones híbridos de rinocerontes blancos del norte (Ceratotherium simum cottoni) y de rinocerontes blancos del sur (Ceratotherium simum simum) listos para ser implantados en un útero.

Los avances, publicados esta semana en Nature Communications, constituyen el primer intento de fecundación artificial en rinocerontes. Potencialmente permitirían preservar el legado genético del rinoceronte blanco del norte, una subespecie que está al borde de la extinción. Con la reciente muerte del último macho, en la actualidad solo quedan dos hembras vivas.

Cesare Galli y Thomas Hildebrandt, coautores del estudio e investigadores en el Instituto de Reproducción Asistida Avantea (Italia) y en el Instituto Leibniz para Investigación de Vida Salvaje (Alemania), respectivamente, demostraron la eficacia de técnicas de fertilización in vitro para crear los embriones híbridos entre ambas especies. Consiguieron que el desarrollo de los mismos continuara hasta la etapa de blastocisto y detallaron una metodología para extraer óvulos de las hembras de rinoceronte.

En concreto, los autores usaron esperma congelado de rinoceronte blanco del norte para fertilizar varios óvulos de la especie más próxima, la del rinoceronte blanco del sur. Lo hicieron a través de una inyección intracitoplasmática, una técnica que consiste en introducir los espermatozoides en el interior del óvulo.

Embriones listos para la gestación

Gracias a esto obtuvieron embriones híbridos que pudieron dividirse y desarrollarse hasta la etapa de blastocisto, un embrión con desarrollo de varios días y con una estructura celular compleja. A continuación, congelaron dichos embriones, y los dejaron listos para ser implantados en hembras de rinoceronte blanco del sur.

Los autores han subrayado que el próximo reto será transferir los embriones hasta las madres y conseguir que puedan tener crías de rinocerontes híbridos.

En su estudio han propuesto esta tecnología como una vía para rescatar los genes de esta especie casi extinta, e incluso usarla para salvar el legado genético de otras especies de grandes mamíferos. Esto es así porque los híbridos contendrían los genes de la subespecie extinta, pero los combinarían con otros genes, por lo que, en sentido estricto, no serían miembros de una subespecie ni de otra.

Nuevas esperanzas para el rinoceronte

En un comentario publicado también en Nature Communications por Terri L. Roth y William F. Swanson, investigadores en el Jardín Botánico y Zoo de Cincinnati (EE.UU.) los autores han reconocido que este estudio «incrementa la esperanza de que los genes del rinoceronte blanco del norte puedan ser conservados».

Sin embargo, han destacado que ni en este caso ni en otros, la reproducción asistida no es la única solución para evitar la extinción de especies. «Los resultados más impresionantes en una placa de Petri (el soporte donde se lleva a cabo la fertilización artificial) no se traducen fácilmente en un rebaño de crías saludables».

De hecho, han subrayado que es muy improbable que se pueda restaurar una población viable de rinocerontes blancos. Explicaron que sería necesario, o bien generar gametos de forma artificial de rinocerontes blancos del norte, o bien potenciar los cruces entre los del sur y los del norte durante generaciones, y eso teniendo en cuenta las dificultades encontradas antes para lograr la reproducción en cautividad de este animal.