Perder a un ser querido siempre causa dolor, y no es menos para los animales. Este perrito debió sufrir la muerte de su hermano, que fue atropellado por un auto. Pero como homenaje, el can colaboró en su entierro.

El hecho ocurrió en Buri Ram, al noreste de Tailandia, y el improvisado entierro fue filmado por una persona del lugar.

En el material fílmico se puede ver cómo el pequeño can no uso sus patas, sólo su nariz a pesar de poder lastimarse con las pequeñas piedras combinadas con la tierra. En un momento se observa que el perrito hace una breve pausa para oler a su hermano caído, como si le estaría dando el último adiós, antes de volver a seguir empujando la tierra.