Por José Odisio

Newell’s visita a Huracán y busca alcanzar la línea de Boca. Pavada de partido para el equipo de Osella que intentará seguir su marcha positiva en la previa de una trilogía de partidos que pueden marcar el futuro: Independiente, el Clásico y Boca. Ya nadie le escapa a la responsabilidad de estar peleando el título. Y si bien falta mucho, el propio Osella reconoció que ganarle a Huracán lo acercará más a ese objetivo.

Fuera de casa la campaña no era mala. Pero había un reclamo de conseguir una victoria contundente en números y rendimiento. Y el 3-0 ante Aldosivi fue una buena manera de despejar dudas y dejar en claro que la Lepra no sólo es un equipo poderoso en el Coloso. Ratificarlo hoy en Parque Patricios sería importantísimo, aunque esta vez nadie exigirá lujos o un resultado abultado.

El Ducó no es un escenario agradable para Newell’s. Lleva 15 años sin ganar y apenas lo hizo dos veces en los últimos 17 partidos. Es cierto que Huracán no es hoy un equipo que meta miedo. El Globo no se puede despegar de la zona de riesgo que lo puede acercar a puestos de descenso. Y su gente está impaciente. Ese puede ser un punto a favor para el equipo de Osella. Si anota rápido puede generar nervios afuera y adentro de la cancha. Y ahí sacar a relucir las dos mejores virtudes de este equipo: solidez defensiva y aprovechamiento de espacios cuando el rival se expone.

Ponerse el traje de candidato con tanto terreno por delante parece apresurado. Pero Newell’s no resigna seguir arriba y semana a semana fortalece su idea de ir por algo más. Primero fue el orden defensivo y sumar puntos, luego llegar a un promedio de 1,400 que trajera tranquilidad futura, y como consecuencia de sumar y sumar apareció la chance clara de conseguir un pasaje a la Libertadores. Pero Boca está a tiro y entonces nadie quiere perderse la oportunidad de pelearle el título. Y ganar hoy sería dar un gran paso. Tiene razón Osella.