Por Pablo Martínez

Alfredo Obberti, uno de los grandes ídolos de Newell’s, brilló en aquel equipo campeón de 1974. El mono o el mago, llegó desde Buenos Aires en la década del 70 y con su gran técnica, fue un goleador implacable. Con 89 goles en el club parquense (es el tercer goleador histórico), se ganó el cariño de los simpatizantes leprosos.

De aquella recordada final ante Rosario Central, que le permitió ganar el primer campeonato rojinegro, Obberti en diálogo con Conclusión, afirmó: «Son recuerdos imborrables, el equipo venía bien, llegaba en un buen momento, teníamos mucha fe, el clásico era difícil pero veníamos punteros. Cuando a un equipo, promediando el segundo tiempo, le hacen el segundo gol, la mirás mal, pero no tuvimos tiempo de goles-n-1202-1972-alfredo-obberti-newells-old-boys--16080-MLA20113553708_062014-Famargarnos, porque al minuto Armando Capurro metió el primer gol».

«Después los que se desesperaron fueron ellos, así fue que le empatamos y ahí ellos se pusieron nerviosos, nosotros estábamos muy seguros de lo que hacíamos, en el 2 a 2, a Central le temblaban las piernas, eso es normal», sentenció el mago.

En la historia del fútbol rojinegro, Obberti tiene un lugar en el lista de ídolos del club: «Yo hice 66 goles en 78 partidos, entre 1970 y 1971, son muchos goles y algunos fueron muy lindos, yo sabía que iba a quedar, yo sé que hay otros ídolos y soy uno más de ellos». Y agregó: «Yo era muy frío en el área, tenía mi habilidad, salían muchas jugadas lindas, hoy en día no se ve demasiado».

El notable delantero porteño, tuvo un paso por el fútbo brasileño y contó su experiencia: «En Gremio, se jugaba al pelotazo, tuvieron que cambiar muchas cositas, para que se jugará bien al fútbol y ahí si, cuando ellos vieron que jugaba, confiaron más en mí y tuve mi reconocimiento».

El presente de Obberti, lo tiene enfocado en la escuela de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino Seccional Rosario, donde el mono es el secretario general: «Mi historia en la entidad, empezó por casualidad, me dijeron si quería ser conductor, yo no quería porque en Rosario estaba todo desorganizado, yo ya había sido secretario y justo coincidió que los cuatro dirigentes de ese momento, nos fuimos a dirigir afuera de la ciudad. Me convencieron y agarré, al principio al curso no había mucho interés, después me afirmé, lo planificamos bien y con los papeles en regla».

En cuanto a la exige100_6788nte formación que deben tener los entrenadores en estos tiempos, Obberti señaló: «Eso se enseña en la escuela, el técnico de hoy tiene más recursos, porque la situación lo apura, si pierde tres o cuatro partidos seguidos se tiene que ir, entonces el tipo se esmera para no perder y eso, juega en contra del espéctaculo, porque los partidos salen feos, muy luchados, con muchos lesionados y eso atenta contra el buen fútbol».

Obberti, hizo referencia a la actualidad del conjunto leproso: «Newell’s está en una etapa de transición, ha mejorado dirigencialmente, pero han pasado 8 años y la gente está reclamando otras medidas. Futbolísticamente no está bien, sé que están buscando jugadores, hay que encontrarlos, nada más».

El mago termina la charla con una sonrisa, como un sello distintivo de aquellos grandes jugadores setentistas, que hacen de la simpleza y la humildad, una manera de vivir.