Del 17 al 21 de octubre se disputará en Nasáu, capital de Bahamas, el Mundial Junior de Judo 2018, que tendrá representación rosarina a través Agustina De Lucía (-63 kg) y de Ignacio Freggiaro (-55 kg), judocas del Club Atlético Provincial.

En épocas donde el mundo habla de Buenos Aires por los Juegos Olímpicos de la Juventud, lo que en este caso es noticia por el esfuerzo deportivo de los chicos, destacados a nivel nacional y sudamericano, lamentablemente lo es también por el enorme esfuerzo económico que deben realizar para poder participar de la competencia, con el riesgo de no lograr viajar y perderse una oportunidad histórica de representar al país.

Tan solo el viaje a Bahamas desde nuestra ciudad les cuesta a los judocas aproximadamente unos tres mil dólares, una cifra que muy pocos pueden afrontar en la situación económica por la que transcurre Argentina.

En el caso de Ignacio Freggiaro, de 18 años, entre familiares y amigos vendieron unos 200 kilos de fideos para recaudar plata, tras ver que ni Nación ni Provincia realizarían aporte alguno, pese a serle el mismo solicitado en reiteradas oportunidades. Luego, también apareció la ayuda de la mutual Eclipse, de la diputada Verónica Benas y la concejala Celeste Lepratti.

“Participar de un Mundial era el sueño que tenía, y ahora estoy por cumplirlo”, dijo el joven judoca en diálogo con Conclusión, en la emoción de los días previos a participar de su primera competencia internacional, la más importante en el mundo en su división (sub 21).

Freggiaro actualmente se ubica primero en el Ranking Junior de la Confederación Argentina de Judo, en su categoría de hasta 55 kg, y en julio finalizó tercero del Sudamericano y Panamericano Juniors disputado en Carlos Paz, siendo el mejor argentino en la clasificación.

Agustina De Lucía, por su parte, se consagró campeona de dicho sudamericano en la categoría femenina hasta 63 kg, habiendo sido también además campeona nacional y bronce panamericano sub 21 en 2016.

Ambos deportistas se entrenan en el Club Atlético Provincial, cuna de grandes deportistas y con una larga historia en la disciplina.

“Creo que se puede hacer un buen papel y vamos a darlo todo”

Ignacio Freggiaro estuvo presente en los estudios de Conclusión palpitando lo que será su primer Mundial, asegurando que no está nervioso, “pero sí con muchas ansias y ganas de luchar y ver cómo es esta nueva experiencia”.

Su primera pelea será el miércoles 17 de octubre, ante un rival que conocerá recién el martes 16, día en el que además dará el peso.

Para clasificarse a esta competencia debió cumplir un buen papel en los campeonatos disputados en el último año, siendo principalmente los que mayor cantidad de puntos para el ránking le dieron el 1º puesto en el Nacional Clausura de Catamarca a fines de 2017, el 5º lugar en el Panamericano de Villa Carlos Paz 2018 y el 3º puesto en el Sudamericano disputado en la localidad cordobesa.

En ese sentido, el joven judoca contó que el nivel en América es “bastante alto”, que no están lejos del rendimiento europeo y que sus expectativas son buenas.

“El nivel está alto en América, bastante alto. No estamos lejos, así que yo creo que se puede hacer un buen papel y vamos a darlo todo. Mis expectativas son buenas. Voy con muchas ganas de dar lo mejor de mí, lo que tengo y lo que entrené todo este tiempo para que me vayan las cosas bien”, expresó Freggiaro.

El pasado sábado se realizó en Buenos Aires la gran inauguración de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, siendo la judoca Paula Pareto una de las responsables de tomar la última posta de la antorcha olímpica, la más importante.

“Es un orgullo y ver eso (Pareto con la antorcha olímpica) tan cerca de la fecha del Mundial motiva aún más”, aseguró. Al ser consultado por quiénes son sus referentes, además de la medallista de oro en Río 2016, también mencionó a el tucumano Emanuel Lucenti y a deportistas de Provincial como Nehuén Melita.

Una lucha fuera del tatami

Sin embargo, Freggiaro es consciente también de que además del esfuerzo que él realiza día a día sobre el tatami, detrás hay otro esfuerzo, económico, que realizan sus padres para que pueda seguir creciendo en el deporte.

“Mis padres me bancaron siempre, pero ahora hicieron un esfuerzo muy grande para poder pagarlo porque no tuvimos el apoyo de la Confederación. Anteriormente se entregaba una beca, pero algunos apoyos de a poco los fueron sacando. Vamos a ver si en algún momento nos los vuelven a dar”, dijo Freggiaro.

La Federación de Judo Santafesina es la encargada de pedir ayuda económica para los judocas de la provincia, pero si bien en el pasado sí se ha alcanzado algún aporte para alguna competencia, en esta ocasión todo el gasto lo tuvo que afrontar la familia de cada deportista, que en algunos casos como el de Freggiaro debieron realizar actividades y solicitar ayuda debido al enorme costo que representa un viaje de estas características.

Precisamente esto último es lo que abre uno de los mayores cuestionamientos relacionados al deporte amateur argentino. En una época en donde todo el mundo dirige su vista hacia Buenos Aires y aplauden la iniciativa de los Juegos Olímpicos de la Juventud, ¿cuánto se está haciendo realmente para que la Argentina crezca en cantidad y en nivel de deportistas? ¿Cuánto se realiza para fomentar el deporte y para contener a grandes y jóvenes dentro de la práctica deportiva?

Mientras otros países destinan un presupuesto cada vez mayor para el deporte y con el tiempo ven el fruto de esa inversión, Argentina retrocede.

Desde 2016, el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), dependiente del gobierno nacional, dejó de brindar paulatinamente la beca mensual que recibían los deportistas del país, que se dirigía a cubrir los costos de entrenamiento, equipamiento y viajes que requiere la práctica de cada deporte en particular.

Dicha beca, creada en 2009, colaboró para que en los últimos Juegos Olímpicos del 2016 el país consiguiera contar con la segunda delegación más numerosa de la historia del deporte argentino, con 213 en 25 disciplinas (sólo fue superada en Londres 1948, donde hubo 242).

Del 2017 al 2018, el presupuesto para la Secretaría de Deportes se redujo en un 22% (de $1.408 millones a $1.098 millones). Ahora, para el 2019, el presupuesto volverá a recortarse hasta los $991 millones (106 millones de pesos menos), de los que Alto Rendimiento recibirá sólo el 25% (en 2018 era el 52%).

Mientras tanto, Freggiaro, que practica judo desde los 6 años en Provincial, este domingo viajará rumbo a Bahamas para participar del Mundial, pura y exclusivamente gracias su calidad deportiva y al esfuerzo de su familia y quienes ayudaron con algo de dinero. Además, sueña: “Ir a un Juego Olímpico sería lo más grande de todo”.