Por Santiago Fraga

Conclusión te trae en estas apostillas todo el color y el ambiente vivido en el Marcelo Bielsa, en el encuentro correspondiente a la fecha 14 del campeonato de Primera División en donde Newell’s enfrentó a San Martín de San Juan.

De campeones

En la previa al encuentro en el Coloso del Parque, ingresaron al campo de juego los jugadores del Futsal leproso, mostrando el trofeo del torneo de Arofusa, al igual que lo hizo el Voley y la categoría 2004/2005 de la Rosarina.
También estuvieron presentes causas sociales en el césped del Marcelo Bielsa, con un recordatorio por la Semana del Prematuro y con Sebastián Donato, el padre de Aquiles Donato, luciendo una pancarta “#JuntosPorAquiles”, recordando la lucha por su hijo.

En el entretiempo ingresó Renzo Olivo, integrante del histórico equipo campeón de Copa Davis, que mostró la ensaladera de plata a los hinchas leprosos, que lo ovacionaron al grito de «Dale campeón». El tenista también hizo unos jueguitos y regaló pelotas a la tribuna.

Ex leprosos

Pablo Aguilar, que arrancó como titular, y Emanuel Dening, desde el banco de suplentes, son los dos ex rojinegros que estuvieron presentes esta tarde con la camiseta de San Martín de San Juan. Ambos pasaron desapercibidos por el público de Newell’s este domingo. A su vez, Pocrnjic, de paso por el santo sanjuanino, recibió varios saludos.

Números complicados

Una particularidad se dio con la indumentaria de San Martín de San Juan. Al verde oscuro predominante en la espalda de la camiseta, se le estampó encima números finos y negros, lo que realmente dificultaba su distinción.

El recuerdo a los primos

Segundos antes del pitazo inicial, el estadio estalló con los cantos “El que no salta no es campeón” y “Gritaban que eran campeones…”, en alusión a la final de Copa Argentina perdida por Rosario Central ante River Plate.

Además, a los tres minutos del primer tiempo arrojaron desde la platea oficial a la cancha dos gallinas con un pañuelo con los colores de Central.

¿Calidad intacta?

Un despeje de la defensa leprosa tuvo como dirección el banco de suplentes local, donde Diego Osella recibió ese bochazo matándola en el aire, ganándose el aplauso de la tribuna.