El bonaerense Carlos Berlocq (67 del ránking mundial) y Joao Souza (75º) serán los encargados de inaugurar esta mañana una pareja serie entre Argentina, que busca su reconstrucción, y Brasil, por la primera rueda del Grupo Mundial 2015 de la Copa Davis, que se disputará sobre polvo de ladrillo en el estadio montado especialmente en Tecnópolis, con capacidad para más de 8.000 personas.

El primer partido entre Berlocq y Souza (que sólo se enfrentaron una vez en el Challenger checo de Prostejov con victoria del brasileño 6-2 y 7-6) comenzará a las 11, mientras que a continuación se medirán el número 1 de la Argentina, el correntino Leonardo Mayer (29 del mundo), ante Thomaz Bellucci (87º).

En este caso, el historial favorece claramente a Bellucci por 3-1 (la última victoria en la qualy de San Pablo 2012 (3-6, 6-2 y 7-5), aunque por actualidad, el «Yacaré» Mayer tiene un leve favoritismo, sumado a la localía.

El sábado, a partir de las 13, se enfrentarán en el dobles los argentinos Federico Delbonis (83) y Diego
Schwartzman (63) contra los experimentados Marcelo Melo y Bruno Soares, 3 y 12 del mundo en esta especialidad.

El domingo, otra vez a partir de las 11, se invertirá el orden de los encuentros de singles del viernes, aunque los capitanes Daniel Orsanic y Joao Zwetsch pueden modificar los protagonistas hasta una hora antes del inicio del match.

Argentina tiene superioridad en el historial sobre Brasil por 5-2, ganó los últimos cuatro enfrentamientos y nunca perdió como local en Buenos Aires, siempre en el Lawn Tennis de Palermo.

Lejos de las épocas doradas de la Legión Argentina, con tres finales perdidas (2006, 2008 y 2011), es momento de la reconstrucción para un equipo de Copa Davis que ya no cuenta por retiro a exponentes muy importantes como David Nalbandian o Guillermo Coria y que no tendrá tampoco a Juan Martín Del Potro (lesión) y Juan Mónaco (decisión técnica), dos de los mejores exponentes de continuidad para aquella generación.

Después de haber sufrido en septiembre pasado en Sunrise, Estados Unidos, frente a Israel para mantener su lugar en el Grupo Mundial, el cual ostenta desde 2001, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) movió fichas, no sólo a nivel deportivo, sino también dirigencial.

La inesperada muerte del presidente Arturo Grimaldi fue un cimbronazo que el comité ejecutivo de la AAT tuvo que soportar y digerir, reemplazándolo con Armando Cervone y un equipo de trabajo que incluyó en la vicepresidencia a Daniel «Palito» Fidalgo, descubridor de Gabriela Sabatini, entre otros talentos tenísticos.
Pero también derivó en un profundo cambio en el comité de Copa Davis que motivó, entre otras cosas, el acercamiento con Del Potro, alejado del equipo desde 2012, enfrentado principalmente con el anterior vicepresidente ejecutivo Héctor Romani.

Orsanic y su máximo desafío

Tras la salida de Martín Jaite y Mariano Zabaleta en la capitanía, la AAT decidió apelar a un hombre de la casa, que venía desempeñándose como director de Desarrollo, Daniel Orsanic.

Orsanic es una persona de muy bajo perfil y que aparenta llegar al puesto para no «opacar» el promovido retorno de Juan Martín Del Potro como líder del equipo.

Sera él entonces quién tendrá la responsabilidad de formar un grupo homogéneo y aprovechar los momentos de los jugadores para intentar darle la histórica y primera Ensaladera de Plata de la historia a la Argentina.

Es cierto que arrancó con el pie izquierdo tras algunas comunicaciones fallidas respecto al equipo, más allá de la decisión de optar por Federico Delbonis antes que Juan «Pico» Mónaco, a la postre finalista en el ATP 250 de Buenos Aires.

Con Mayer y el «Gladiador» de Chascomús Carlos Berlocq como estandartes intentará conseguir un triunfo para esperar la recuperación de Del Potro rumbo a los cuartos de final, donde se enfrentaría con el ganador de Serbia (como local) y Croacia (visitante).

Con sabor a clásico muy parejo

En cuanto a lo tenístico y siguiendo la línea histórica, la Argentina siempre ha estado por encima de Brasil, incluso cuando los vecinos tuvieron al talentoso Guga Kuerten, que llegó a ser número 1 del mundo.

De arranque, Argentina tiene una ventaja clara: la localía y el apoyo de un público fervoroso que seguramente llenará los ocho mil lugares de Tecnópolis.

Sin Del Potro en la cancha por una lesión, la responsabilidad en los singles recaerá en Leo Mayer, 29° del
mundo, que se adapta mejor a canchas rápidas y que no ha tenido un buen inicio de temporada, salvo el acceso a semifinales en Sydney.

En la gira sudamericana de polvo de ladrillo, la superficie donde se jugará la serie, perdió en cuartos de final de San Pablo (justamente contra el single 1 de Brasil Joao Souza), primera rueda de Río de Janeiro y en segunda rueda de Buenos Aires, contra «Pico» Mónaco.

En el frente a frente con Bellucci, otro que no tuvo un buen comienzo de temporada que lo relegó como segunda raqueta brasileña, el correntino está 2-3, aunque cuando jugaron en polvo de ladrillo, el nacido en Tiete se impuso en 2 partidos contra 1 del argentino.

Para la elección del segundo singlista albiceleste, Orsanic mantuvo la duda hasta último momento, aunque se inclinó por Berlocq, 67 del mundo y que sabe de triunfos memorables por Copa Davis y Buenos Aires.
Esa experiencia y la actualidad de «Charly», semifinalista en el ATP de Buenos Aires y que tuvo contra la cuerdas al español Rafael Nadal, fue determinante para relegar a Delbonis.

Berlocq tiene un récord de 5-4 en singles en la Davis, pero sin dudas se resaltan sus tareas en 2013 contra Alemania (ganándole el primer punto en cinco sets a Philipp Kohlschreiber) y Francia (ganó el quinto punto ante Giles Simon), además de la victoria de la «permanencia», en septiembre pasado, en el quinto punto ante Israel frente a Bar Botzer.

Enfrente tendrá a un João Souza que está en el mejor momento de su carrera, siendo 75° del ranking mundial, y dos buenas actuaciones recientes sobre polvo de ladrillo en los ATP de su país: semis en San Pablo y cuartos de final en Río de Janeiro.

Está más que claro que el dobles es el punto más complicado para la Argentina, porque sea cual sea la elección del capitán Orsanic (en principio serían Delbonis y Schwartzman), la dupla brasileña Marcelo Melo y Bruno Soares, 3° y 12° respectivamente en el ranking mundial de la especialidad y que acumulan entre
ambos 32 títulos ATP, son los favoritos.

Pero más allá de las estadísticas, la respuesta válida de los jugadores estará en la cancha, y en su reacción al entorno formidable que genera la Davis desde las tribunas, donde algunos se agigantan y otros no reaccionan.