A minutos del final del partido, Orlando Berrío metió el gol de la victoria para Atlético Nacional, que terminó clasificándose a las semifinales de la Copa Libertadores, poniendo fin al sueño canalla.

El goleador colombiano, eufórico, le gritó el gol en la cara al arquero Sebastián Sosa. Su compañero Damián Musto, “saltó” para defenderlo, invitándolo a pelear. El resultado fue que ambos terminaron expulsados, pero la furia canalla que se desató no cesaría ni con el pitazo final.

Con las aguas más calmadas, Berrío salió a explicar por qué reaccionó así en su gol. “No fue la manera de desahogarme, reconozco que me equivoqué. Pero cuando se meten con tu color de piel es feo”, argumentó el atacante a la prensa local.

En tanto que el arquero de Central, Sebastián Sosa, le restó importancia al festejo en su rostro. Más bien manifestó su bronca por la eliminación de la Copa Libertadores.

Lo único que expresó en relación a la polémica con Berrío, fue: «Estuvimos insultándonos todo el tiempo y no más que eso. Son cosas que quedan ahí dentro de la cancha», dijo.

«Queda la impotencia y la bronca. Era la última pelota y no la pudimos defender. Se nos hizo muy difícil acá en Colombia, contra un rival con muy buenos jugadores», explicó tras la caída por 3 a 1 en Medellín.