Boca Juniors venció anoche por 2 a 0 a Palestino, de Chile, en la Bombonera, con lo que ganó el grupo 5 con puntaje ideal (18 unidades) y se convirtió en el primer equipo argentino en la historia de la Copa Libertadores en lograrlo desde que el certamen se disputa bajo esta modalidad, por lo que se cruzará con River Plate en octavos de final.

Los otros dos equipos que habían ganado la fase de grupos con seis victorias fueron los brasileños Vasco da Gama de Romario en 2001 y el Santos en 2007, aunque Boca lo hizo con la mejor diferencia de gol (+17), ya que convirtió 19 tantos y solamente le marcaron dos.

El otro clasificado del grupo 5 a los octavos de final fue Montevideo Wanderers, que en Venezuela batió también anoche a Zamora por 3 a 0 y finalizó con 10 puntos y una diferencia de gol de +1.
Los atributos que habían destacado a Boca hasta hoy parecieron desaparecer «como por arte de magia», pero el hincha boquense advirtió el truco y se molestó con sus jugadores, porque el «fantasma» de un cruce con

River en octavos estaba más instalado en la colmada Bombonera que el partido ante los chilenos en sí.
Durante el primer tiempo las dos mejores opciones fueron para el digno equipo dirigido por el técnico argentino Pablo Guede, que mamó de la escuela de Josep Guardiola en Barcelona y trató de volcar ese ideario futbolero en Nueva Chicago, al que ascendió a la B Nacional en su momento.

Un disparo de media distancia de su armador Leonardo Valencia llegó después de que Diego Rosende cabeceara al gol un centro del mencionado volante desde un tiro de esquina de la izquierda que Leandro Marín salvó sobre la línea de sentencia. Esas fueron las acciones más peligrosas que se registraron en la etapa inicial.

Boca, mientras tanto, bien gracias, sin profundizar ni presionar en los últimos 30 metros de la cancha, sucumbiendo ante la pelota mejor tratada por los chilenos, y evidenciando por momentos una apatía que generaba la irritación de sus hinchas.

Y la marcha hacia los vestuarios con el arquero Agustín Orión cuestionando ampulosamente a Leandro Marín era un reflejo del sentir de la gente trasladado al campo de juego.

Hasta el bajón de energía que interrumpió el juego a los dos minutos del segundo período pareció un correlato de lo anterior, porque Boca seguía apagado pese a su necesidad de ser el mejor.

Pero después de ocho minutos de «oscuridad» empezó de a poco otro partido, ya que Boca, impulsado por el creciente aliento de su gente, comenzó a generar situaciones de riesgo en el área visitante.

Pero la catarata de acciones de riesgo cayó en el cuarto de hora final y la mayoría de ellas estuvieron en los pies del ingresado Guido Vadalá, aunque los dos goles sobrevendrían del Marín vilipendiado por Orión, que cabeceó un córner de Gonzalo Castellani, y Jonathan Calleri con un derechazo bajo.

Previamente el ingresado Jorge Guajardo estuvo a punto de poner en ventaja a Palestino, que buscó siempre ganar el partido para clasificar, pero definió el mano a mano de que dispuso ante Orión muy alto sobre el travesaño.

Por eso la hinchada boquense se fue feliz, despejó dudas y se dedicó a cantarle a River, esperando una revancha de la eliminación que le propiciaron los «millonarios» en las semifinales de la pasada Copa Sudamericana que finalmente terminarían ganando los dirigidos por Marcelo Gallardo.

Ahora los boquenses se enfrentarán el 3 de mayo con River por el campeonato local en la Bombonera, el miércoles 6 en el Monumental la ida de la Libertadores y la revancha el 13, también un miércoles, en Boca.

La última vez que se cruzaron en una instancia de Libertadores (semifinales) fue en 2004, un 17 de junio, el día del 2-1 y la definición por tiros penales que ganó el «xeneize» 5 a 4. Tampoco había público visitante, algo que se repetirá ahora.

En mayo de 2000 jugaron también en tres oportunidades seguidas por torneo local y Libertadores, cuando Boca pasó a semifinales tras ganarle el ultimo partido en la Bombonera al River de Américo Gallego por 3 a 0 con un recordado gol de Martín Palermo, que volvía de una ruptura de ligamentos cruzados. En la final los «auriazules» cayeron ante el colombiano Once Caldas.

Síntesis

Boca Juniors: Agustí­n Orión; Leandro Marí­n, Guillermo Burdisso, Juan Cruz Komar y Luciano Monzón; Marcelo Meli, Andrés Cubas y Franco Cristaldo; Juan Manuel Martí­nez, Jonathan Calleri y Andrés Chávez. DT: Rodolfo Martí­n Arruabarrena.

Palestino: Darí­o Melo; Esteban Carvajal, Germán Lanaro, Matías Escudero y Diego Torres Quintana; Diego Rosende, Agustí­n Farí­as y Mathí­as Vidangossy; Leonardo Valencia; Jason Silva y Marcos Riquelme. DT: Pablo Guede.

Gol en el segundo tiempo: 43m. Marín (B) y 49m. Calleri (B).
Cambio en el primer tiempo: 7m. Paulo Díaz por Escudero (P).
Cambios en en el segundo tiempo: 18m. César Valenzuela por Vidangossy (P), 24m. Fernando Gago por Cubas (B) y Gonzalo Castellani por Cristaldo (B), 35m. Jorge Guajardo por Rosende (P) y 35m. Guido Vadalá por Martínez (B).
Amonestados: Martínez, Gago y Castellani (B). Riquelme (P).

Arbitro: Wilton Pereira Sampaio (Brasil).

Cancha: Boca Juniors.