Por Claudio Giglioni- enviado especial a Brasil

Lo ganó Brasil por peso propio, por diferencia de categoría, porque pegó en los momentos justos. Y sobre todo por la calidad de su delantero Gabriel Jesús, que fue protagonista de los partidos definitorios: contra Argentina y hoy en la final.

A Perú da la sensación de que le faltó resto y enojarse más cuando consiguió el empate. A Perú le faltó decisión para hacer o terminar una jugada. Se demoraban en rechazar, casi no le pegaban al arco, acciones reiteradas durante todo el partido.

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El 2 a 1 los terminó golpeando y se fueron al entretiempo mucho peor que cuando iban perdiendo 1 a 0. En la segunda etapa a Perú le faltó rebeldía, compitió igual que el Tottenham de Mauricio Pochettino frente a Liverpool en la final de la Champions.

Después llegaría el 3 a 1 con un penal que nos hizo preguntar por qué no cobraron la jugada de Agüero frente Argentina. Luego, ya con uno menos por la expulsión del delantero Gabriel Jesús Brasil siempre fue más, sin jugar bien y planteandolo de contra.

Conclusión estuvo desde el lugar de los hechos, en la Copa América de Brasil como en el Mundial 2018.