Por Pablo Bloise

Ante los dos llamados de atención que tuvo Paolo Montero luego de contemplar la floja actuación de su equipo en las primeras dos fechas desde su llegada, el DT uruguayo decidió cambiar y probar. No es que Carrizo por el centro, Fernández o Camacho hayan sido la solución a todos los problemas, pero el abanico ofensivo se abrió para el Canalla y desde la conexión Pachi-Teo-Marco, puede lastimar.

 

No vale la pena enumerar disimilitudes entre Carrizo y Martínez. Son jugadores muy distintos. El ex Unión era quien venía ocupando ese sector e intentaba, con poco éxito, llevar a cabo las funciones que Montero pretende para un enlace: ser referencia de pase, ser nexo entre mitad de cancha y ataque y asociarse con los de arriba. Por supuesto, no es su posición. En cambio, la dinámica y la velocidad que tiene el Pachi le da la posibilidad de vencer en el uno contra uno y dejar al equipo con superioridad numérica de cara al arco rival.

Ante este panorama, la otra punta de la soga la sostiene la dupla ofensiva, que si uno se guía por lo inmediato, Teo viene haciendo más fuerza que Ruben. Es cierto: el colombiano anotó en el último cotejo y su ánimo se levantó, pero deberá mantenerlo. En tanto, a Marco le está costando volver a convertir y lo siente. Tras el triunfo ante Tigre, se fue mirando a su gente, que lo aplaudía de pie, con un claro gesto de decepción personal y casi pidiendo disculpas sólo con la mirada.

¿Qué es lo que pretende Montero? Lo que sucedió exactamente cuando ingresó Gustavo Colman. El ex Chacarita robó y con un eslalon no tan veloz pero efectivo, se sacó de encima a dos hombres y dejó sólo a Teo. Superioridad numérica en ataque: ahí está el negocio.

Colman es el ideal por características, pero tal como lo hacía Coudet, Montero parece querer preservar su talento para los minutos finales. Por supuesto, su efectividad crece cuando está “nuevo” y es capaz de lastimar con tan solo un pase.

Una vez expuestas las cualidades de uno y otro, el DT se juega por Carrizo en esa posición. La decisión es alimentada por lo bien cubiertos que están ambos costados (Camacho y Fernández) y por la verticalidad del Pachi partiendo desde el medio, que es capaz de hacer el trabajo de Colman y hasta mejorarlo si logra explotar al máximo su velocidad.

Con un Teo confiado y un Ruben que necesita inflar redes cuanto antes para volver a creer en sí mismo, la sociedad ofensiva puede funcionar y Paolo Montero podría repetir el esquema y los nombres para visitar a Sarmiento.