¡Central campeón! El equipo de Edgardo Bauza se alzó con la Copa Argentina tras superar a Gimnasia en los penales, luego de haber igualado por 1-1 en los noventa minutos, donde Fernando Zampedri había abierto el camino a la gloria hasta que Faravelli estableció la parcial igualdad.

El arranque de partido fue complicado para los canallas, que no podían hacerse con el balón y se veían superado por un rival mejor plantado y más convencido en la búsqueda del resultado. La primera clara estuvo en los pies del paraguayo Víctor Ayala, de buena pegada.

Sin embargo, a los 18 minutos se encontró con una inesperada jugada, donde tras un centro de Ortigoza, falla en el cálculo de un defensor platense y una media vuelta de Zampedri al palo, la jugada se ensució hasta que el mismo delantero la terminó empujando a las redes para el 1-0.

El empujón anímico sirvió a Central para comenzar a ejercer su mejor faceta en el campo de juego, aprovechando a sus grandotes de arriba con el envío de varios centros. donde el Toro estuvo a punto de volver a marcar con un cabezazo que despejó el arquero Arias.

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La mala noticia para el Patón llegó pasando la media hora de encuentro, cuando el Colo Gil despejó una pelota y se resintió de su lesión muscular. Gimnasia aprovechó el contexto y comenzó a hacerse fuerte desde la pelota parada, con córners y tiros libres que caían con peligro en el área canalla.

A la vuelta del entretiempo, el entrenador Pedro Troglio dispuso del ingreso del delantero Jan Carlos Hurtado por Tijanovich, mientras que Bauza mantuvo entre los titulares a Gil y Camacho, ambos lesionados y con dificultades para continuar, pero que estiraron minutos hasta donde pudieron.

Con sus lesiones, el elenco canalla estaba dando ventajas y Gimnasia lo aprovechó a los cinco minutos del complemento, cuando el rosarino Faravelli se la robó a un debilitado Gil, arrancó el contragolpe y recibió la descarga de Silva para marcar el 1-1 de una disputada final en Mendoza.

Con la igualdad establecida, el desarrollo se abrió y pintaba para cualquiera. Ambos tenían sus recursos para ir al frente, los rosarinos con balones aéreos y los platenses con rápidas salidas, sobre todo por el inestable costado defendido por Parot y Cabezas.

Los ingresos de Emmanuel Ojeda, Germán Herrera y Andrés Lioi, por tres pateadores fijos como Gil, Zampedri y Camacho, buscaban evitar la definición desde los doce pasos, pero el partido estaba más trabado que jugado.

El cotejo terminó en empate y llegó el momento de los penales. Ortigoza, Ruben, Parot y Caruzzo festejaron de manera impecable para obtener la Copa Argentina, mientras que Silva tiró afuera, Guanini fue bloqueado por Ledesma y Hurtado convirtió, pero no alcanzó.