Por Pablo Martínez, enviado especial a Buenos Aires

Central consiguió un triunfo agónico que le permite ver la luz en Quilmes. El goleador Washington Camacho apareció sobre el cierre, cuando el equipo de Paolo Montero no tenía una buena producción. Esto dará aire y tranquilidad para seguir mejorando.

La primera característica del inicio del partido era notoria: Central cambiado la estrategia del pelotazo por otra más productiva. De esta manera, pudo tejer varios ataques, aunque le seguía faltando un jugador clave para la generación de juego en el mediocampo.

En cuanto al sistema defensivo, el elenco de Montero dejaba firme una ordenada línea de cuatro, donde los laterales se quedan más de lo que pasan. El doble cinco, en tanto, era productivo a la hora de avanzar pero quedaba mal parado en casi todos los embates quilmeños.

Con los minutos el partido canalla se fue desvirtuando. La salida prolija se transformó en abuso de balones largos y se perdió el nexo entre los volantes y los delanteros. El conjunto local ganó terreno y exterminó los recursos del rival.

Central terminó el primer tiempo con una producción pobrísima. Es que más allá de la intensidad de los primeros minutos, el equipo se desinfló como un globo y entró en un atosigamiento donde las ideas no aparecían y los hinchas comenzaban a impacientarse.

En el complemento, los canallas intentaron tomar un rol protagónico, pero fue más voluntad que juego y se diluyeron rápidamente. Los dirigidos por Montero insistían con pelotazos cruzados sin precisión y así, se agotaban las posibilidades.

El técnico auriazul movió el banco de suplentes en búsqueda de variantes: el máximo goleador Washington Camacho ingresó al campo, para intentar romper los esquemas con su buena pegada de media distancia.

A fuerza de voluntad, Central pudo someter a Quilmes sobre el final del cotejo. No obstante la puntada final seguía siendo una cuenta pendiente. Pero los cambios le hicieron bien al equipo canalla, ya que Colman metió el córner para que Camacho la empuje a las redes sobre el cierre.

De esta manera, Central consiguió el primer triunfo oficial del ciclo Paolo Montero. Está claro que la producción no venía siendo buena, pero la victoria le quitará presión y le dará aire para seguir mejorando.

Síntesis

Quilmes (0): César Rigamonti; Gastón Bottino, Matías Sarulyte, Diego Colotto, Matías Orihuela; Nicolás Da Campo, Maximiliano González, Adrián Calello, Enzo Acosta; Federico Andrada y Nicolás Benegas. DT: Alfredo Grelak.

Rosario Central (1): Diego Rodríguez; Víctor Salazar, José Leguizamón, Javier Pinola, Cristian Villagra; Paulo Ferrari, Damián Musto, Mauricio Martínez, Federico Carrizo; Germán Herrera y Marco Ruben. DT: Paolo Montero.

Gol: 89′ Washington Camacho (CARC).

Árbitro: Mariano González.

Estadio: Centenario de Quilmes.