De manera temprana e inesperada, Central Córdoba de Rosario le puso fin a su sueño de ascenso al verse derrotado en el estadio Gabino Sosa por 2 a 0 ante Sportivo Italiano, que golpeó mediante Alexis Cabrera y Valentín Robaldo en la segunda parte del encuentro para avanzar a las semifinales del Reducido de la Primera C, en busca del segundo cupo a la Primera B.

En el barrio Tablada de la zona sur rosarina, el equipo de Juan Rossi llegaba como favorito pero no pudo encontrar la solidez de la temporada en estos noventa minutos, después de una primera parte pareja donde fue poseedor de la chance más clara para la apertura del marcador en los pies de Fabricio Lovotti, que no se la pudo tocar al solitario Juan Manuel Cobelli.

Es que ‘Lovo’ había quedado mano a mano con el arquero Bruno Centeno, una de las figuras de la tarde, y en posición habilitada con el arco libre a disposición estaba su compañero de ataque, pero se la guardó para él y el golero se quedó con una jugada clara para lo que vendría después.

La primera mitad fue más que disputada en el medio, aunque Córdoba manejaba la pelota e Italiano los contragolpes. La circulación estaba a cargo de Musso, pero el peligro recaía siempre en los pies de Gómez, el que más intentó vulnerar con sus enganches y filtraciones a la última línea visitante, sacando todo lo que venga de frente con Pizarro y Montenegro.

Tal vez la mayor preocupación hasta entonces pasaba por la cantidad de tiros de esquina que le había regalado a un contrincante de altura y buen juego aéreo. Su estrategia en ofensiva consistía en colocar a los volantes exteriores junto a los delanteros, formando una línea de cuatro para atacar los espacios mediante los envíos largos y generalmente aéreos.

En el segundo tiempo la historia fue otra, porque un error del buen defensor Bogino que quiso salir jugando y la perdió, derivó en un centro para el remate mordido de Cabrera, que puso el 1 a 0. Allí todo fue nerviosismo, pero el Matador no se quedó de brazos cruzados sino que salió a buscarlo como no lo había hecho, aunque le faltaron recursos y variantes para romper el cerrojo.

Con Gonzalo Gómez de bandera, el Charrúa lo tuvo contra las cuerdas durante varios minutos, pero las situaciones de claridad seguían sin presentarse. Fue así que un contragolpe y una dudosa posición de Robaldo, la otra figura del encuentro, sirvió para que el capitán de Sportivo Italiano se escape en soledad y defina con calidad, pinchándola sutilmente por encima de Giroldi.

Con esta diferencia en el marcador se terminó el partido, puesto que el local nunca se sintió cerca del descuento. Los ingresos de Vizcarra, Ferrero, Carrera y Catramado de poco le sirvieron a Rossi para molestar a un rival que defendía su sueño de ascenso con dientes y garras.

Así las cosas, los Azules rosarinos se quedaron en la puerta del ascenso, luego de una regular temporada donde acabaron en la segunda posición del Apertura -detrás de Dock Sud- y en la octava del Clausura, siendo el tercer mejor equipo del año en la tabla general.