Por Enrique Genovar

La impotencia de haber perdido una nueva final durará por un tiempo. Pero Central debe volver salir a la cancha para despedirse de este año. Será en Córdoba y en el Kempes, casi como un malvado capricho del destino, pero lo hará por otra historia y con otros objetivos.

En el equipo que dirigirá Leonardo Fernández de manera interina habrá futbolistas que deberán rendir un examen, juveniles que buscarán mostrarse para que el entrenador que venga los tenga en cuenta y algunos de los consagrados como Marco Ruben y Paulo Ferrari.

Sin dudas será una buena oportunidad para observar qué es lo que viene asomando de la cantera. Los entrenadores de inferiores hablan maravillas de Renzo Alfani y considerando como jugaron los centrales en la final, el pibe jugará un partido especial en lo individual. Así como el zaguero habrá varios más por los cuales valdrá la pena sentarse frente a la tele.

Pero más allá de eso en el encuentro ante el Pirata será fundamental sumar. Ya que la postergación que le hizo Eduardo Coudet al campeonato podría comenzar a dejar huellas. Central hace de la quinta fecha que no gana y sólo sumó de a tres en dos ocasiones.

Un partido por el orgullo. Un compromiso para volver a sumar y una nueva cita por el orgullo de representar los colores de la camiseta de Rosario Central.