Por Fabrizio Turturici

Si hay algo que queda en claro o es de común acuerdo a la hora de analizar al Central del Kily González es que, aún con sus armas que son el amor propio y la intensidad con más empuje que ideas futbolísticas, siempre se las arregla para ir al frente y ser competitivo en cualquier cancha. Esta dinámica de «lotería», como es de esperar, a veces sale bien y otras no.

Terminar los noventa minutos con el arco en cero parece ya una tarea imposible, pues en solo 3 de las 17 fechas que lleva este campeonato logró hacerlo. Tampoco es algo que le preocupe ni esté trabajando para solucionar ya que, según declaran los propios protagonistas, el arriesgar descuidando la defensa seguirá siendo el sello que caracterizará a este ciclo.

«En general Central tiene una línea de juego que ya está adoptada, a veces descuidamos nuestro arco pero es la idea que tenemos y la defendemos a muerte», declaró en Vicente López el arquero Broun, en la misma sintonía que Gamba, quien dijo: «La propuesta es ir a buscarlo en cualquier cancha, nos terminan convirtiendo porque arriesgamos bastante, pero es la idea».

Uno pensaría que con la vuelta al 4-4-2 y el doble cinco compuesto por Leandro Desábato y Emmanuel Ojeda el esquema estaría más compensado, pero el retroceso sigue siendo un verdadero desastre y lo lastiman constantemente con simples pelotazos cruzados o frontales a espaldas de los defensores, tal como ocurrió en el gol de Matías Tissera.

El desorden defensivo que caracteriza a este equipo, sin embargo, es muchas veces opacado por la punzante ofensiva comandada por Marco Ruben, que con el regreso de Lucas Gamba -quien le dio el empate- tuvo otra dinámica de mayor movilidad por todo el frente. No obstante, el respaldo desde el mediocampo no llegó, Emiliano Vecchio desde el banco no fue la solución y las ideas se fueron apagando hasta conformarse con un punto con sabor a poco.

En esta lotería donde reina el azar y todo puede pasar, que le salió bien la fecha pasada contra Patronato en un frenético y agónico 3 a 2 en el Gigante de Arroyito, Central lleva adelante una irregular campaña con 21 puntos conseguidos en 17 fechas, es decir, un pobre 41% que hasta ahora no le alcanza para cumplir su objetivo mayor que es clasificarse a las copas.

Justamente el último en meterse en zona copera es el noveno de la tabla anual, Racing Club, quien está a cuatro puntos (con un partido menos) y asoma como rival inmediato a enfrentar el próximo sábado en Rosario. Allí se pondrá en juego el valor de este punto en cancha de Platense, donde la tómbola canalla volverá a accionarse para determinar su suerte.