Por Claudio Giglioni
El partido en Tucumán es un desafío para el Canalla, después de 7 partidos en la Superliga, con la obligación de ganar. En las alforjas de las expectativas, que fue el triunfo en el Clásico, le ha dado cierta oxigenación al ciclo del Patón Bauza, que después de la tres primeras fechas con triunfos, le ha costado horrores ganar un partido, pero el hincha dice que por lo menos ganamos uno solo de los últimos diez, pero era el que queríamos ganar.
Pero cuando apartamos ese objetivo ya conseguido, está la obligación de triunfar. El partido de hoy es difícil, con un técnico Zielinski que ha logrado implementar una forma de juego que está de acuerdo a la posibilidad de sus jugadores, con un elemento importantísimo como la Pulga Rodríguez, un equipo que sabe competir y que está haciendo una muy buena campaña.
Enfrente, está Central, diezmado y minado por lesiones, de hecho no está su mejor defensor: Matías Caruzzo. El Canalla tendrá que mejorar para ser competitivo, en una tórrida jornada de viernes.
Central no llega como favorito para esta noche, tendrá que mejorar la intensidad, correr más, y sobre todo, adquirir volumen de juego. Porque si no quedará reducido a esa expresión pragmática que le ha dado resultado, como en el clásico, que es jugar a la pelota detenida.
Lo prioritario para Central es ganar, porque necesita los puntos, en una cancha difícil con un rival difícil.
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