Canallas y xeneizes ilusionaron, pero terminaron defraudando. Igualaron 1 a 1 en un arranque eléctrico, pero levantaron el pie del acelerador en el complemento y el partido se desinfló. Ambos tuvieron chances para ganarlo, pero el cotejo terminó en tablas.

Central y Boca regalaron un espectáculo vibrante en el primer tiempo. El equipo del Chacho no generó demasiado pero le imprimió un gran dinamismo a cada uno de sus ataques. Boca, por sus atributos, no se quedó atrás y ambos elencos protagonizaron un duelo emocionante.

El gol y futura expulsión de Teófilo Gutiérrez, junto con la roja que también vio Centurión en el local, abrieron aún más los espacios en la Bombonera y el cotejo fue de ida y vuelta.

El polémico festejo del delantero colombiano llamó la atención. Por primera vez se lo vio enchufado y participativo, y además saldó su deuda pendiente con la camiseta canalla: inflar la red rival. Teo se dibujó una banda en su camiseta y los jugadores de Boca estallaron. En resumen, dejó a su equipo con un hombre menos, justo cuando estaba mostrando su mejor versión.

La segunda etapa no se pareció en nada a la primera. El partido cayó abismalmente en cuanto a generación e intensidad y transcurrió sin grandes emociones. La tensión fue en aumento, ninguno quería equivocarse y el desenlace era el esperado: el cotejo terminó en tablas.

A Central no lo asustó ni el contexto ni el rival. El elenco de Coudet mostró gran personalidad en el primer tiempo. Es cierto que se achanchó en el segundo, pero el partido mismo lo fue llevando a eso.

Hay cosas por pulir. Se vieron groseros errores en la marca y en el pase de salida. El Canalla falló mucho en la entrega del balón y eso le costó el primer gol. Quedó descompensado en varias oportunidades y Boca contó con espacios.

De Ruben no se pudo esperar mucho. La ausencia de Teo lo aisló aún más y estuvo inconexo, muchas veces abocado a la ayuda defensiva.