Leonardo Romero, es un arquero rosarino que después de tanto andar por el fútbol del interior, dio un salto continental para desembarcar en el Nacional Potosí de Bolivia. Conclusión dialogó con el golero, que vive un gran momento en su carrera futbolística.

Inesperadamente, el Chino, tuvo que hacer las valijas a principios de año, y viajar al altiplano, para sumarse al elenco de Malvestiti. Rápidamente cumplió uno de sus grandes sueños, llegar a jugar un torneo internacional de envergadura, como lo es la Copa Sudamericana. Y Romero expresó su historia hasta este momento ideal: «Mi camino hasta llegar a una copa tiene mil anecdotas, luchas constantes, que me llevaron a replantearme muchas cosas, más de una vez me pregunté si valía la pena seguir peleándola. Pero creo que al final, siempre hay recompensa y mi mayor virtud fue mi perseverancia».

Romero, también contó sus sensaciones, al ingresar al campo de juego del estadio Maracaná, en el cotejo de ida con el Fluminense: «No lo podía creer, se me electrizó el cuerpo y se me puso la piel de gallina, jamás sentí algo igual en mi carrera futbolística. Sentir los aplausos, mirar las tribunas del estadio repletas fue una bendición, pisar ese piso que hasta entonces lo habían pisado Messi, Maradona, Pelé, y en ese instante estaba ahí, fue increíble».

Nacional de Potosí quedó eliminado de la competencia continental, en primera ronda, pero casi cumple la hazaña de anotar tres goles de local, pero tuvo un final muy digno.

El portero rosarino, tiene un largo recorrido deportivo, su curriculum así lo evidencia, con su paso por Jorge Newbery de Venado Tuerto, Huracán de Santa Cruz, Gutiérrez de Mendoza, Puerto San Martín, Sportivo Las Parejas, Juventud Antoniana de Salta y Central Córdoba.

El Chino, afirmó que la oportunidad le llega en un gran momento personal, y aseguró: «Estoy en un proceso de maduración óptima, en donde uno ve el juego de otra manera y vive los momentos del partido con más aplomo, eso solo te lo dan los partidos y los minutos en cancha».

Sobre el desarrollo que vivió en Argentina, el arquero señaló: «El fútbol argentino es muy competitivo en todas sus divisiones, lo vemos a diario cuando se enfrentan equipos de primera con equipos de categorías inferiores, le hacen partido y hasta le ganan. Creo que esa competitividad natural, me dio la madurez suficiente para estar a la altura de una copa internacional».

La altura siempre es condicionamiento en el fútbol, y el Chino contó su experiencia: «Cuesta muchísimo adaptarse, me costó, ahora ya lo tenemos mas controlados a los síntomas y todas esas cosas que la altura genera».

Leonardo Romero disfruta de cada momento y lo exhibe en la charla. A sus 27 años, le llegó la gran oportunidad y no va a dejar pasar el tren, porque gracias a la incansable lucha por cumplir sus sueños, pudo