El Real Madrid, con un Cristiano Ronaldo imparable (hizo 5 goles) apabulló al Granada derrotándolo por 9 tantos a uno. El conjunto blanco pasó por encima a un rival debilitado por su situación en la tabla y por su entrenador, que reservó efectivos para los partidos de su Liga. La derrota fue durísima y puede acabar pesando en el ánimo de los andaluces.

En el Real se dio el regreso de James, un jugador esencial para el juego de toque y posesión de los blancos. Ubicado en la izquierda, reconstruyó su vieja sociedad con Marcelo y Cristiano y, por ese costado, el Granada empezó a ceder tras una buena combinación entre Kroos y Bale. Bien el germano en el pase y sobrado el galés en la definición, respondiendo con goles cuando más arreciaban las críticas.

James asistió a Cristiano para el 2-0. Fue un remate suave y colocado del portugués, quien repitió embocando con violencia una jugada desprolija dentro del área rojiblanca. Ronaldo lanzó un misil que se esfumó de las manos blandas del arquero granadino. Hat-trick en ocho minutos de un Cristiano feliz, sonriente y liberado.

Los cuatro goles del Madrid llegaron por la banda izquierda, lo que apunta a determinar dónde está el núcleo duro de este equipo.

Tras el descanso se sumó a la fiesta Benzemá, al añadir dos goles  tras lo cual vino el cuarto de Cristiano.

En el Granada, Robert hizo el gol del honor cuando el Bernabéu ya pensaba en el aperitivo, pero Cristiano no había dicho su última palabra. En el minuto 89, hizo su quinto gol, algo inédito en su impresionante historial, y puso el broche a una mañana festiva en el Bernabéu.