El proceso de venta de boletos para los Juegos Olímpicos Rio de Janeiro 2016 comenzó este martes para miles de fanáticos residentes en Brasil que quieren ser testigos de este evento que se organiza por primera vez en Sudamérica.

El boleto más caro de los juegos, el de Categoría A para la ceremonia de apertura en el Maracaná, costará 4.600 reales (2.090 dólares al cambio actual), mientras que el más barato fue establecido en 40 reales (12,5 dólares).

El ticket físico está lejos de llegar a las manos de los espectadores, mucho más para los extranjeros, que deben aplicar en un proceso separado a través de los comités olímpicos de sus países, y que aún no comenzó.

El 70% de los boletos de los Juegos (5,2 millones) están destinados al público residente en Brasil, muchos de los cuales gozarán de descuentos y facilidades de pago.

Un millón va para los extranjeros (que los comités venden a través de agentes autorizados) y otros 1,2 millones quedan como extra para invitados especiales y ventas en taquilla.

¿Y el fútbol en San Pablo?.

Entradas para las 42 modalidades están disponibles (700 sesiones deportivas más las ceremonias de apertura y clausura).

Los únicos aún no disponibles son los ingresos de los partidos del torneo de fútbol olímpico en San Pablo, sede que aún no fue confirmada.

El club Corinthians, propietario del estadio sede de la apertura del Mundial-2014, pide que el gobierno pague los 10 millones de dólares que necesita para adaptar las instalaciones a las exigencias del evento, pero el municipio se resiste.

El fútbol es la única disciplina que se disputa en otras ciudades, además de la sede. Para Rio-2016 se usarán los estadios mundialistas de Salvador, Brasilia y Manaos, además de dos en Rio de Janeiro y Sao Paulo.

No hay plan B a San Pablo, insisten los organizadores, aunque Porto Alegre y Fortaleza, que también recibieron juegos de la Copa del Mundo en 2014, podrían ser habilitados.

«Los boletos de fútbol en Sao Paulo serán incluidos una vez que las negociaciones se completen», dijo bajo reserva una fuente del comité organizador.

El proceso web.

Los organizadores advirtieron que los revendedores de boletos podrían enfrentar multas. El mercado negro de entradas por un valor más alto al nominal es ilegal en Brasil, pero no pudo evitarse por ejemplo el Mundial de fútbol del año pasado.

Las entradas tendrán impresos el nombre del comprador, que podrá aplicar para un máximo de 20 sesiones y un máximo de cuatro a seis entradas (cuatro para las competencias con más demanda).

Una plataforma electrónica será habilitada para reventas y los dos primeros sorteos, para residentes en Brasil, serán realizados en junio y julio.

Los aspirantes deben estar registrados en el sitio web del evento (http://www.rio2016.com/ingressos) y aplicar por los boletos.

Los boletos sobrantes serán vendidos primero en línea en octubre y luego en las taquillas a partir de junio de 2016.

Los precios.

Las entradas se dividen en categorías que van desde la A, la más cara, hasta la E (varían según la disciplina).

Más de la mitad costará 70 reales (21,8 dólares), los más económicos serán vendidos por 40 reales (12,5 dólares).

Jubilados, discapacitados y estudiantes pagarán la mitad de la tarifa, como dicta la ley brasileña. Así el boleto más económico sería de 20 reales (6,25 dólares).

Un 3% de los boletos estará en el rango de los 600 reales (187,5 dólares) para eventos como la final de los 100 metros masculina, que podría contar con la estrella jamaiquina Usain Bolt.

Estos boletos equivalen casi al salario mínimo en Brasil, 788 reales (246 dólares).

La categoría A de la ceremonia de apertura en el Maracaná costará 4.600 reales (2.090 dólares al cambio actual) -el boleto más caro del evento- y 3.000 (1.363 dólares) costará asistir a la clausura.