El equipo alternativo de Central, uno totalmente distinto al que buscará la alegría mayor el jueves, llega a este difícil reducto para enfrentar al Vélez de Gabriel Heinze, en una oportunidad para probar jugadores y saber con qué alternativas puede contar.

Llegó el día soñado para el arquero Marcelo Miño de mostrarse en primera división, y también para algunos otros jugadores, sobre todo en la defensa, donde el Patón Bauza tuvo que recurrir a rostros no conocidos para los hinchas canallas.

Con la cabeza puesta en la final de la Copa Argentina, Central deberá afrontar antes una dura parada en Liniers, enfrentando a un equipo moderno y complicado, en el último partido del año de Superliga para los de Arroyito.