Por Santiago Fraga

Roberto Fontanarrosa supo decir a través de uno de sus personajes en uno de sus famosos cuentos, “Viejo con árbol”, que el fútbol estaba “muy emparentado” con el arte, al ser una combinación de varias disciplinas y, por ende, hasta un arte en sí mismo. La escultura, la danza y el teatro estaban presentes en las comparaciones de aquel viejo que se sentaba con su radio y el programa de tango a ver los partidos amateurs todos los sábados, pero existe otra expresión con la cual está relacionado el fútbol y ahora, precisamente, los futbolistas: la escritura.

Desde Rosario hasta Uruguay y con escalas en Perú y Colombia, distintos jugadores de ayer y hoy se unieron bajo las dos grandes pasiones de la pelota y del lápiz para darle vida a “Pelota de Papel”, el primer libro de cuentos de fútbol escritos por sus propios personajes; los futbolistas.

Ya sea aquel profesional que se presenta todos los fines de semana ante más de 30.000 personas, los chicos que juegan en el patio del colegio o la plaza del barrio, el mismísimo hincha que va a la tribuna o el que por cábala hace ya 20 años que no va, “Pelota de Papel”, como su nombre lo marca, homenajea y pone el centro de los relatos en todos los protagonistas que transforman al fútbol en lo amplio, cultural y mágico que es.

La idea surgió de la cabeza del defensor de Newell’s Sebastián Domínguez, el zaguero uruguayo Agustín Lucas, el volante uruguayo del Sporting Cristal de Perú, Jorge Piki Cazulo, y el director técnico de ese mismo equipo, uruguayo también, Mariano Soso. Todo arrancó en un encuentro entre Domínguez y Lucas, cuando ambos estaban en Buenos Aires, jugando uno para Estudiantes de La Plata y otro para Comunicaciones, respectivamente. Fue allí, hace ya más de dos años, donde se comenzó a maquinar esta i20160128_162756dea que en un principio se apagó, pero luego resurgió y con una gran fuerza.

En total serán aproximadamente 18 cuentos (quizás más) los que conformen el libro, todos escritos por futbolistas y cada uno de ellos con un pequeño prólogo escrito por escritores como Ariel Scher, Eduardo Sacheri, Alejandro Dolina, Reynaldo Sietecase, el Chavo Fucks, Juan José Panno, Ingrid Beck y Paula Rodríguez, entre otros; e ilustrados por artistas como Tute, Domenech (director de arte del libro), Gonzalo Rodríguez, Maicas y Costhanzo, entre otros. Todo supervisado por quien produce el libro, Juanky Jurado.

El plantel de escritores lo componen, por el momento, los arqueros Nahuel Guzmán y Roberto Bonano; los defensores Sebastián Domínguez, Agustín Lucas, Jorge Bermúdez, Juan Pablo Sorín, Juan Herbella, Gustavo Lombardi y Nicolás Burdisso; los mediocampistas Kurt Lutman, Javier Mascherano, Rubén Capria, Jorge Cazulo y Pablo Aimar; los delanteros Fernando Cavenaghi, Facundo Sava, Jorge Valdano y Sebastián ‘Papelito’ Fernández; y los directores técnicos Jorge Sampaoli y Mariano Soso.

 

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Conclusión se adentró en el mundo de Pelota de Papel y dividió su camino en dos. Por un lado dialogó con Kurt Lutman, ex jugador de Newell’s Old Boys que el año pasado lanzó a la venta su primer libro de cuentos, “El Agua y el Pez”; y por el otro con uno de los principales gestores de este libro, Agustín Lucas, quien hasta el momento publicó seis libros, posee desde abril de 2013 un blog de poesías llamado “Tapones de Fierro”, e incluso llegó a participar de un cortometraje homónimo basado en su querido Liverpool de Montevideo.

 

Estoy re ansioso”, cuenta Lutman en medio de una charla en un céntrico y pequeño bar rosarino. A él lo invitó a participar el ‘Negro’ Domínguez, quien había leído y quedado encantado con su cuento “El Agua y el Pez” antes incluso que sacara a la venta el libro de mismo nombre.

La iniciativa me parece extraordinaria y re saludable, porque abre una puerta más allá de lo importante que es escuchar y leer a jugadores de la trascendencia de Aimar, Cavenaghi, Valdano, Domínguez o Cazulo. Más allá de la particularidad de conocer a esos personajes, siento que la mayor contundencia es que el mensaje llega hacia otros jugadores diciéndoles que no solamente hay que jugar al fútbol, sino que uno puede y debe ser muchas más cosas. Eso es importante porque el jugador de fútbol, al igual que muchos oficios, suele dedicarse a eso únicamente, entonces cuando aquello se termina y se corta queda con mucho tiempo y sin una vocación concreta. Ésto es una puerta, es decir que aparte de jugar al fútbol nosotros podemos hacer arte, y que tiene que ver en este punto con escribir”, asegura el ex volante leproso, que encontró en la escritura y en los libros la continuidad de aquella pasión, y espera que muchos otros colegas lo puedan hacer también.

«El fútbol tiene que ver con el amor en todas sus dimensiones (las del fútbol y las del amor)»

Lucas, por su parte, sostiene en una conversación a más de 600 kilómetros de distancia vía Twitter que “el fútbol tiene que ver con el amor en todas sus dimensiones (las del fútbol y las del amor)”, y por lo tanto “el futbolista es un ser sensible”.

Es por eso que no me sorprenden las cosas geniales que se vienen logrando con los textos. Tenemos al capo de Ariel Scher tras esos cuentos y unos profesionales escritores y dibujantes de ambas orillas esperando para dar el toque final. La búsqueda solidaria es una pata importante en todo esto ya que lo recaudado va a ser donado. Los uruguayos que elegí son amigos y referentes para mí. Lo mismo me pasa con Seba, Kurt, Meno. Mi riqueza está en los vínculos. Espero conocer al resto en el proceso”, nos cuenta el escritor y defensor montevideano, que en ese momento estaba por viajar a Buenos Aires para encontrarse con Juanky Jurado, quien según sus palabras “es el que lleva la batuta como un buen número diez”.

«El mensaje que queda dando vueltas es que uno en la vida puede hacer muchas cosas. Sea lo que sea, electricista, futbolista o cualquier cosa, puede aparte ser y hacer muchas cosas»

El rosarino, que dejó su huella en Newell’s en dos períodos entre 1993 y 2000, insiste con la importancia de que las personas en general, o en este caso particular el futbolista, sea más que sólo un futbolista, y la posibilidad que iniciativas como esta aportan a dicha causa, asegurando que lo que se intenta y se demuestra con este libro es que “el jugador de fútbol tiene para hacer”.

También se podría hacer un festival de rocanrol con jugadores de fútbol”, asegura, mientras comienza una danza de nombres entre los que resaltan el propio Seba Domínguez, el ‘Mono’ Germán Burgos, o el ‘Rifle’ Fernando Pandolfi. “A mí lo que más me interesa de este proyecto, más allá de lo importante de estos personajes, es el mensaje que queda dando vueltas de que uno en la vida puede hacer muchas cosas. Sea lo que sea, electricista, futbolista, o lo que sea, puede aparte ser y hacer muchas cosas”, remató finalmente.

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Respecto de su libro, Kurt sostiene orgulloso que fue algo “alucinante” y de “mucho crecimiento” para él. “No me esperaba tanta repercusion. Tuve que sacar tres tiradas. Pero lo que no me esperaba, más allá de si el libro está bueno o no, porque hay distintas devoluciones, es que todos, les guste o no, tuvieron el gesto de difundirlo. Entonces ahí tambien hay mucha fuerza, en esto de que uno no solamente encara un producto y lo sostiene de forma personal, sino que se forma toda una red que te acompaña y te hace el aguante en lo que por ese producto, más allá de que les haya gustado o no, sienten y valoran la nobleza con la que fue hecho”, contó y detalló, queriendo poner un énfasis principalmente en dejar un mensaje a “aquel que por ahí no se anima a mandarse y escribir, con lo que cuesta esto de sacar un libro y sacarlo”.

Cuando uno se larga se encuentra con gestos así, de gente que no te conoce y porque le gustó el libro te recomienda a 3 o 4 personas, y vos seguis avanzando y seguis pedaleando”, cerró. La última palabra se debe a que desde su lanzamiento el año pasado, Kurt vende él mismo sus libros, anotándose en un papel las direcciones de quienes se lo encargan y yendo en bicicleta a entregárselos personalmente; modalidad que, asegura, lo ha llevado a conocer gente muy interesante y con mucho que contar. Actualmente todavía se encuentra en la venta y distribución de la que es la tercera edición del Agua y el Pez, cosa a la que se va a dedicar durante este 2016, aunque no le es esquivo a la idea de comenzar a preparar un nuevo libro.

 

Agustín Lucas, por su parte, ya escribió seis libros dedicados al fútbol: «No todos los dedos son prensiles«, «Club«, «Insectario«, «Fóbal«, «Besala como sabés» y «Lado B«, siendo este último, por ejemplo, un cuento co-escrito en el que se relata el ascenso del Liverpool a Primera División desde la mirada de él, por un lado, como jugador, y del periodista Fermín Méndez como hincha.

Yo hace años que ando en ambas cosas (el fútbol y la escritura). Cosas distintas que tienen que ver. Formas de expresión que no son antagonistas sino al contrario, el fútbol tiene mucho de arte, y la literatura mucho de fútbol”, aseguró Lucas, que a su vez luego dejó la pelota picando con una frase: “Eso no quiere decir que los futbolistas sean artistas, ¿o si?”.

 

Si nos basamos en el relato de aquel viejo tanguero sentado bajo la sombra del miserable y gran árbol, la relación entre el arte y el fútbol es tan inmensa como la cantidad de mundos que despierta y refleja en cada persona este deporte. Al menos, en esta ocasión, nadie les puede negar a estos futbolistas que también son, legítimamente, artistas.

El libro saldrá a la venta en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires a realizarse entre los meses de abril y mayo, y lo mejor de todo, lo recaudado será donado a la solidaridad. El arte y el fútbol se unen una vez más, tal como lo hace en los niños cuando con sus manos y su imaginación arman una pelota de papel para jugar.

 

Fotos: Santiago Fraga