Por Néstor Giuria

La pelea terminó. Ya es historia. Se acomodará en el pasado. El escenario del estadio Krylia Sovetov de Moscú ya no tiene sus luces encendidas. El argentino César René » El Distinto» Cuenca (63.400) perdió por nocaut técnico, en el séptimo round, ante el ruso Eduard » El Aguila» Troyanovsky (63.100).

Pelea revancha de la sostenida el pasado 4 de noviembre de 2015, en Rusia, donde a excepción de la vuelta ( fue en la sexta), volvió a repetirse el resultado. El campeón mundial que ofreció su primera defensa de la corona mundial, fue superior a lo largo del combate.

Sólo una ligera insinuación en el segundo capítulo, donde Cuenca sacó una leve ventaja, abrió la esperanza del crecimiento en el rendimiento del chaqueño. A partir del tercer giro, todo fue aumentando diferencias para Troyanovsky.

El ruso, pensante, sereno y muy concentrado, neutralizó todos los intentos ofensivos de Cuenca, adoptando una clara posición de contragolpeador. Con el correr de los minutos, la potencia y precisión del campeón, fueron elementos vitales y generadores de la incuestionable victoria. En el cuarto round, se produjo la primera caída del argentino.

Con movimientos del manual básico, Troyanovsky conectó una derecha larga sobre la cabeza, seguida de un ascendente gancho de izquierda al mentón, poniendo en la lona a su rival. Con visibles señales de no haber logrado una total recuperación, Cuenca buscó cambiar golpes y acortar distancias, en un terreno para nada favorable a sus condiciones técnicas.

El sexto capítulo mostró nuevamente a Cuenca en el piso, recibiendo el conteo de reglamento. La fórmula para derribarlo, fue la misma que la anterior : combinar, derecha e izquierda, esta última ascendente y dar el paso atrás. Desorientado. Dolido.

Sin recursos ni el temperamento necesario, el final era cosa anunciada. LLegó, cuando Cuenca recibió otra rápida serie de manos cerca de las cuerdas, esta vez, con una izquierda final sobre la zona hepática. Fue a su rincón. Se notó titubeo en las respuestas al árbitro.

Sin el protector bucal y la mirada perdida, recibió el » no va más» del referi norteamericano. Incuestionable. categórico y merecido triunfo ,del ruso Eduard Troyanovsky. Retuvo la corona mundial de la Federacion (FIB) de los superlivianos y ya palpita la unificación con el ucraniano Victor Postol ( ganador de Lucas Mathysse)-