Por Pablo Martínez

Central tuvo un primer tiempo ideal, aprovechó todas las circunstancias del juego, los dos penales concretados por Servio y tuvo al pibe Véliz intratable, con golazo incluido. El Canalla va mostrando signos positivos en cada partido, el Apache Tevez le llega al plantel y esta noche le sobraron 45 minutos para llevarse otra victoria que entusiasma al pueblo auriazul.

Al Canalla se le dio todo en la etapa inicial, la Pantera Véliz exigió en todo momento a la defensa rival, y consiguió dos faltas dentro del área de Arsenal y el juez cobró la pena máxima por duplicado (uno de ellos con la ayuda del VAR). Los dos goles tempraneros le dieron tranquilidad al conjunto rosarino, más la expulsión de Chimino, le permitieron a los de Tevez controlar el trámite del juego y se completó con el estupendo gol de Véliz, que casi mete un doblete de no ser por el palo.

El Apache consiguió que Central sea un equipo previsible, que maneje los partidos, sin apurarse, sin complicarse, siendo un equipo corto y aprovechando el buen manejo de los hombres de mitad de cancha para abastecer a un Véliz, que parece haber arrancado.

Es difícil analizar un partido donde se acabó en el entretiempo, porque en el complemento pasó muy poco, Central le cerró todos los caminos al rival y tuvo algunas oportunidades para aumentar el marcador.

Central ya empezó a caminar, Tevez lo puso de pie cuando la cosa venía complicada, encontró seguridad en el fondo, algo que parecía una utopía, en un equipo que siempre se descompensaba, cambió la suerte, fundamental en el aspecto lúdico que tiene el fútbol.

Además, la movilidad también le trae buenos resultados al elenco del Apache, hoy con Malcorra, las subidas de Blanco y el gran partido de Véliz, que fue agresivo y viene teniendo gol, un aspecto decisivo para los nueve de raza.

Son muchos puntos a favor, Central parece encontrar una idea, la ratifica con el correr de los partidos, primero piensa en defenderse bien, no quedar expuesta y lastima en momentos claves, el Canalla suma y parece que la tormenta empieza a quedar atrás.