Por Paulo Viglierchio 

En el último partido en el Gigante, Rosario Central elaboró una despedida de esa magnitud ante su gente. Jugó un encuentro con las exigencias que se requerían dada la jerarquía del contrincante y estuvo a la altura de las circunstancias. Un cierre de 2023 donde hizo de la localía el principal aliado para redondear una sumatoria de puntos que hoy le permiten transitar el presente con la frente en alto, habiendo dejado en el olvido las dudas.

El Canalla salió a buscar el partido desde el inicio, sabiendo del empuje inicial con el que cuenta cuando juega en casa. El 4-2-3-1 de siempre. La iniciativa le duró pocos minutos. Al no poder concretar, rápidamente River se hizo de la pelota y empezó a administrar los tiempos del encuentro. Los volantes visitantes manejaron el balón con total tranquilidad, ya que la presión era ineficaz, quedando hombres libres por los costados.

El Millonario, con terreno y posesión, rodeó la manzana a partir del buen pie de sus mediocampistas. El doble cinco auriazul se vio sobrepasado en cantidad y tampoco hubo respaldo de los nombres de ataque. Campaz, Malcorra y O’Connor miraban, quedando Ortíz solo para la recuperación -aun así el 45 se las arregló para hacer una tarea más que correcta-, ante un Toledo más productivo en pases que quites, Quintana salvaba las papas a cada rato en defensa, aunque limitado desde lo físico.

Las posiblidades en ofensiva pasaron por el costado izquierdo. Campaz hizo lo que quiso con Simón, por ahí estaba la llave para generar peligro, faltó mayor conexión con Malcorra, que igual se mostró más activo que en compromisos anteriores. Tobías Cervera se retiró lesionado e ingresó Martínez Dupuy, quien tenía la gran oportunidad al sumar varios minutos en cancha. El mexicano tenía la chance de demostrar que es el mejor centro delantero con el que cuenta Miguel Ángel Russo.

Tras una buena jugada colectiva, Nacho Fernández metió una gran asistencia para la entrada de Barco, quien definió con sutileza por arriba de Broun para establecer la apertura del marcador. Era justo, River era más y trasladaba la superioridad al marcador. Pero el equipo de Demichelis tiene un talón de Aquiles, que es la defensa, sobre todo por el sector derecho. Central reaccionó rápido, aprovechó un error de De la Cruz en la salida, el balón le llegó a Campaz -por lejos lo más desequilibrante-, quien metió un centro rasante para Martínez Dupuy que, en soledad, definió con tranquilidad ante Armani para igualar las cosas antes del entretiempo. Gol en un momento clave para ir con confianza al complemento.

En el complemento, el trámite se le empezó a simplificar a Central con un gol en contra insólito de González Pírez. El Canalla entró en el terreno que más le queda cómodo, y manejó el desarrollo con inteligencia y aplomo. ¿Por qué? el fundamento estuvo en que, en vez de replegarse y aguantar la ventaja, eligió disputar la zona medular y empezó a ganar divididas. A partir de ello, impuso condiciones y estuvo muy tranquilo.

River tuvo la pelota, pero ya no fue igual de incisivo que en los primeros 45. Para colmo, la expulsión de Enzo Pérez por doble amarilla le complicó aún más las cosas. Así, el conjunto de Russo edificó un gran resultado en base a un imponente esfuerzo colectivo. Los valores individuales crecieron, y la estructura se mostró firme, con presencia. La etapa final hizo acordar mucho al equipo del primer semestre, ese que era prácticamente invulnerable abajo y respondía con mucha garra y sacrificio a cada intención rival.

El 3 a 1 se hizo esperar, de hecho pudo haber llegado antes, pero finalmente se consumó. Una contra encontró un buen pase de Malcorra para un Bicho Campaz que, en una actuación espectacular, quizás su mejor desde que está en Arroyito, definió de cachetada con zurda ante la salida de Armani para sellar todo. Figura total el colombiano, que antes de irse a las Elminatorias con su selección redondeó una producción excelente, sin reproches.

Un auténtico triunfazo para cerrar el 2023 ante la canallada de mejor manera. Central ya se aseguró el boleto en la Copa Sudamericana, sueña con ingresar en la Libertadores y todavía mantiene sus esperanzas en la Copa de la Liga. Se debía una actuación como la esta noche, quedará en el recuerdo. Ahora se vendrá Arsenal, pero ya habrá tiempo para eso.