Por Pablo Martínez 

Central se impuso a la adversidad con autoridad, en un partido que arrancó complicado desde el vamos, tuvo un funcionamiento interesante en la zona de volantes, sin soslayar las dos expulsiones que sufrió el rival. El Auriazul logró dar vuelta el marcador y sufrió en el final porque no lo supo liquidar, es cierto que el elenco de Russo tiene que seguir creciendo pero los números avalan el buen arranque.

En todo proceso futbolístico que se inicia, siempre es importante sumar, porque transmite tranquilidad en ese desarrollo del equipo. El club de Arroyito ya sumó 7 puntos de 9 posibles, trepa en la tabla y se ilusiona con su tempranero rol protagónico.

El gol de vestuario de Guzmán complicó el plan de juego de Russo pero al mismo tiempo fue un empujón para que los hombres de mayor experiencia se pusieran el equipo al hombre y buscaran el arco rival.

Así fue como Ignacio Malcorra y Francis Mac Allister, fueron una salida constante para el auriazul y poco a poco empezaron a complicar a los de Sarandí, con la colaboración de Candia y Véliz.

Las dos expulsiones que decidió el juez, con la ayuda del VAR, le facilitaron el trámite al conjunto rosarino. El empate llegó después del desborde de Malcorra y la concreción de Mac Allister.

En el complemento, Central sumó más hombres en la zona media y fue un monólogo hasta pasando los 30 minutos. El pibe Véliz anotó el segundo y el Canalla parecía que iba a buscar la goleada.

Nada de eso pasó, Alan Rodríguez vio la roja y Central se encontró con una mínima diferencia en el marcador y tratando que Arsenal no llegué al arco de Servio, que lo terminó haciendo con un tiro libre de Vega que casi se mete.

La victoria del conjunto centralista fue justa, se impuso con autoridad, pero sigue teniendo altibajos que siempre paga con goles en contra, uno de los puntos a mejorar. Para destacar: la búsqueda constante del arco rival, el buen manejo del balón a la hora de atacar y la interesante movilidad que están mostrando sus delanteros.