El clásico rosarino acabó siendo un pobre empate sin goles en el estadio Coloso Marcelo Bielsa, donde el buen juego brilló por su ausencia y escasearon las ocasiones de peligro en los arcos, ya que Newell’s comenzó siendo superior pero Central contó con las mejores chances de gol, sobre todo antes del final del encuentro.

En el Parque Independencia se dio un cotejo más luchado que jugado, con activa participación del árbitro Diego Abal y la figura excluyente del arquero leproso Alan Aguerre, encargado de mantener el arco en cero y salvar a su equipo en varias situaciones extremas.

El inicio se dio con ritmo lento y trabado, ya que ambos equipos se estudiaban con demasiada cautela antes de realizar movimientos arriesgados en ofensiva. No obstante, la iniciativa era clara: el local apostaba al manejo del balón y la visita al repliegue en el fondo.

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La primera situación clara del partido llegó a los once minutos, cuando Newell’s robó la pelota -con infracción- y atacó rápido por las bandas, para que Maxi Rodríguez ejecute un centro a la cabeza de Luis Leal, que apareció por el fondo para ponerla cerca del primer palo de Ledesma.

Con el correr de los minutos, el conjunto rojinegro aceitó la posesión del balón, hasta entonces ampliamente a su favor, para traducirla en ataques sorpresivos por las bandas que complicaron en varias ocasiones a su rival. La puntada final para abrir el marcador seguía siendo una cuenta pendiente.

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Sobre el cierre de la primera parte, el Canalla pisó dos veces el área con peligro. En la primera, con una acción de Riaño, robando una pelota y siendo derribado en zona de peligro; y en la segunda, con un toque de Camacho en la que reclamó penal, aunque Abal no lo consideró como tal de manera acertada.

Al regreso del complemento, el técnico Héctor Bidoglio ensayó su primera modificación con el ingreso de Cristian Insaurralde en lugar de Víctor Figueroa, mientras que el Patón no movió piezas de arranque. Esta variante mostró sus rápidos y efectivos resultados al complicar con desbordes y centros del paraguayo.

Por el lado del Canalla, apenas pudo elaborar una jugada con claridad en los pies de Camacho, que abrió el balón para la llegada de Bettini y el lateral derecho no pudo ni tirar el centro ni patear al arco. Mientras el Chaco Herrera se disponía a ingresar en lugar de Riaño, Alexis Rodríguez hacía lo propio por Leal del otro lado.

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El turno de Maxi Lovera llegó sobre los 25 minutos de la segunda parte, cuando al ingresar por Allione pero situarse en la banda derecha, desniveló con un centro al rastrón peligrosísimo que contuvo la figura del arquero Aguerre, en una de las más claras del chato clásico en el Coloso.

A falta de quince minutos para el cierre, Bauza ensayó su último cambio en el que Pablo Becker saltó al campo por Zampedri, modificando el esquema de juego con un único punta. Desde la pelota parada, Camacho remató en el borde del área y Herrera metió la cabeza en lo que podría haber sido el primer festejo de la tarde.

En la jugada siguiente, otra chance increíble estuvo en los pies de Central, cuando Gil ejecutó un peligroso tiro de esquina que Barbieri remató con potencia, justo antes de que Bíttolo la saque casi en la línea de cal. Ante la baja de rendimiento leproso, Bidoglio hizo entrar a Joaquín Torres por Formica para buscar velocidad en la contra.

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Central se convenció de poder ganarlo y siguió presionando a Newell’s en el fondo. Becker contó con otra gran chance, enganchando y definiendo sin poder superar al invulnerable Aguerre. Pero no hubo tiempo para más, fue final en el Parque y empate sin goles que dejó con sabor a poco al local, que estaba obligado a quedarse con el triunfo.