Después de diez años en Europa, donde pasó por el Barcelona, el Napoli y el Sevilla, Diego Armando Maradona regresó a Argentina y se calzó la camiseta rojinegra. Ese día, Newell’s Old Boys presentó a su número 10.

El 13 de septiembre de 1993 fue el primer entrenamiento de Maradona en el club rosarino y a él concurrieron más de 30 mil hinchas que quisieron observar el bautismo leproso del máximo ídolo del fútbol.

Sin embargo, el paso del delantero por la institución rosarina fue algo fugaz, ya que sólo disputó cinco partidos oficiales y dos amistosos. Desde el punto de vista futbolístico, el paso de Maradona por Newell’s transitó ajeno a vigores, luces y arrebatos de suprema inspiración.

Un Maradona de lo más terrenal, con la excepción de algunos toques de su sello y el maravilloso gol que no fue: el que intentó de rabona mano a mano con Luis Islas en el estadio de Independiente, el cual evitó el gran arquero que, un año después, sería uno de sus compañeros en el desdichado Mundial de Estados Unidos.

A finales de agosto de 1993 ya se hablaba del regreso de Maradona a la Argentina y se nombraban algunos posibles clubes como San Lorenzo o Argentinos Juniors, pero de inmediato se sumó un nuevo candidato, Newell’s, con su presidente Walther Cattáneo a la cabeza y febriles negociaciones con el representante del crack, Ricardo Giusti, y el intermediario Marcos Franchi.

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El 9 de septiembre, lo impensado se hizo realidad: se anunció la llegada de Maradona a Newell’s y de ahí la hilarante anécdota de uno de los hinchas de Rosario Central más célebres, Roberto Fontanarrosa: “Sólo dos veces mi esposa osó interrumpir mi descanso y despertarme, una cuando se desató la Guerra de Malvinas y la otra cuando Diego arregló con los vecinos”.

El lunes 13 de septiembre, Maradona se entrenó por la mañana en los bosques de Palermo, pasó por “Hola, Susana”, se subió a un avión privado, saludó a las 600 personas que lo recibieron en el aeropuerto de Rosario, a las 17 llegó al estadio (hoy llamado “Marcelo Bielsa”) y 45 minutos después entró a la cancha y recibió la consabida ovación que los “Leprosos” presentes consideran un momento culminante y único en la historia de Newell’s.

Desde luego que fue anecdótico el rodar de la pelota número 5, aunque la presencia de Maradona impregnó a todos de una aureola sublime: desde los jugadores (Norberto Scoponi, Alfredo Berti, Juan Manuel Llop, Gerardo “Tata” Martino, entre otros) hasta al entrenador Jorge Solari, un viejo zorro del fútbol profesional que en sus horas de jugador había llegado incluso a ser titular con la Selección Nacional en el Mundial de Inglaterra.

Los partidos jugados

El 7 de octubre Newell’s jugó un amistoso con Emelec de Ecuador en el Parque Independencia, donde el local ganó por 1 tanto contra 0. El gol fue anotado por Maradona, quien era el capitán del equipo luego de que Gerardo “el Tata” Martino le cediera la cinta.

Tres días después Maradona debutó de forma oficial con el club rosarino en Avellaneda, donde enfrentó a Independiente en la Doble Visera. En aquel encuentro la victoria fue para el Rojo, que se impuso 3 a 1. Sin embargo, Maradona jugó todo el partido y participó del único golde Newell’s, después de eludir a Diego Cagna y a Pablo Rotchen y asistir al paraguayo Carlos Morales Santos.

Luego llegó el partido contra Belgrano en Córdoba, el cual se disputó el 21 de noviembre y concluyó en una victoria para el local por 1 a 0. A los tres días, Newell’s jugó ante Gimnasia y Esgrima La Plata. Diego Maradona fue titular y el partido terminó 0 a 0.

El 28 de noviembre llegó un partido clave para “el Diez”, ya que Newell’s enfrentaba a boca en La Bombonera. Ese día, además, César Luis Menotti (el director técnico que llevó a Maradona por primera vez a la selección), debutaba como entrenador del conjunto Xeneize. El partido concluyó con una victoria de Boca por 2 a 0.

El último partido oficial de Maradona en Newell’s fue el 2 de diciembre, cuando el conjunto rosarino visitó a Huracán, en un empate 1 a 1. En este partido, el Diez sufrió un desgarro muscular que lo dejó fuera de la cancha por casi dos meses.

El 26 de enero de 1994 jugó su último partido con Newell’s en un amistoso con Vasco da Gama de Brasil. Pese a que los partidos disputados por “el Diez” no fueron muchos, como tampoco lo fueron la cantidad de goles, en la familia leprosa poco o nada influyeron los números: Maradona ya los había hecho felices con el sólo hecho de calzarse la camiseta rojinegra.

El regreso a Rosario como técnico de Gimnasia

El 29 de octubre de 2019, Diego Maradona regresó al Coloso del Parque en su rol de director técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata, ya que el club que dirigía se enfrentaba contra Newell’s por la Copa de la Superliga Argentina. El encuentro terminó 4 a 0 a favor de los platenses.

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Maradona arribó a Rosario un día antes y se hospedó en el hotel Ross Tower, ubicado en Mitre y Tucumán. Allí se congregaron durante toda la jornada cientos de fanáticos deseosos de expresarle su cariño al exjugador leproso.

Minutos antes de que se dispute el partido, la dirigencia del equipo rosarino le obsequió a Diego la camiseta que utilizó en su paso por el club en, con los nombres de sus hijas Dalma y Gianinna estampados en la parte frontal de la casaca. Durante el partido, además, se le regaló un particular sillón con forma de trono para que dirija sentado desde él.

En tanto, la última vez que Maradona visitó Rosario fue el 15 de febrero de este año, cuando Gimnasia enfrentó a Rosario Central. El partido concluyó en una victoria por un tanto contra cero para los locales.