El plantel de Independiente de Avellaneda, próximo rival de Newell’s que este viernes cerrará el año futbolístico con su partido pendiente, amenazaba con no entrenarse por falta de pago de los sueldos de hace tres meses, pero finalmente levantaron el paro.

Desde hace varias semanas, jugadores y dirigentes vienen hablando sobre saldar la deuda, mientras que el presente futbolístico complica aún más las cosas, sin director técnico y con varias derrotas como las del último fin de semana ante Banfield.

El pasado viernes la comisión directiva que preside Hugo Moyano depositó los sueldos del mes de septiembre, y se había comprometido a abonar octubre este lunes y noviembre el martes, pero ahora estiró la promesa de pago hasta el mismo viernes.

Es que el dinero que se le prometió a los jugadores no se acreditó en sus cuentas y los futbolistas decidieron que si no se les abona el dinero pautado, harían un paro de actividades que incluiría no practicar con vistas al partido, pero al final cedieron.

El Rojo debe jugar contra la Lepra a las 17.10 en el estadio Libertadores de América, en un partido pendiente de la segunda fecha de la Superliga, en medio de un clima caldeado con sus hinchas que explotaron de bronca tras la caída ante el Taladro.

Los futbolistas le habían comunicado al entrenador interino Fernando Berón sobre la decisión, esperando la respuesta de la dirigencia. En tanto que si perduran los problemas económicos, el club podría ser sancionado con quita de puntos.

Vale destacar que Independiente ya se autoincriminó en tres ocasiones al no disponer de fondos para abonarle al plantel. Además, el próximo 22 de diciembre vence el plazo para cancelar los 600.000 dólares del pase de Gastón Silva, caso que podría pasar a Fifa.

En esa instancia, el riesgo mayor podría ser que la entidad de Avellaneda reciba una sanción que le prohiba hacer incorporaciones en el próximo mercado de pases. En el último gastó una cantidad importante de dinero por pedido del DT rosarino Sebastián Beccacece.