Las ausencias por suspensión y licencia de Javier Pinola y Pablo Álvarez, respectivamente, abren un frente de incógnitas que preocupan al mundo canalla en general y al técnico en particular.

Y mucho más porque deberá lidiar con esos agujeros en un partido trascendental para su futuro –como lo es el clásico rosarino– donde, además de jugársela contra el rival de siempre, el resultado dependerá de su continuidad o no en la lucha por el campeonato.

Eduardo Germán Coudet viene de perder dos partidos consecutivos en el campeonato, un hecho que es la primera vez que le ocurre como entrenador. El desafío es grande: obtener un resultado positivo en el Parque Independencia, para recuperar la confianza y volver a ponerse a tiro.

Pero, como se dijo, las ausencias de Pinola y Álvarez, habituales titulares de Central, son una incógnita. En lugar del primero, acompañando en la zaga central a Alejandro Donatti, estará Mauro Cetto, que tendrá su regreso oficial con la camiseta canalla. La incertidumbre pasa por cómo estará el ex San Lorenzo, falto de rodaje y recuperándose de una larga lesión.

Por otro lado, menos preocupante es la falta de Álvarez, aún lesionado y licenciado por problemas personales.  Es cierto que el gladiador de la defensa canalla constituye una pieza fundamental en el armado y espíritu del equipo, pero el sector derecho será ocupado por Víctor Salazar y el izquierdo por Cristian Villagra, dos buenos jugadores con gratos rendimientos.

Así las cosas, la defensa de Rosario Central es la mayor incógnita en la previa al clásico rosarino, donde los de Coudet deberán demostrar la solidez perdida en los últimos partidos. ¿Podrá, con este esquema, recuperarla?