Juan Imhoff afronta muy motivado el partido de cuartos de final del Mundial de rugby, el domingo en Cardiff contra Irlanda. Es la ocasión de emular a Los Pumas que lograron el tercer puesto en el Mundial de 2007. El éxito de aquel equipo le dio fuerzas, cuando tenía 19 años, para seguir en el rugby.

El 30 de septiembre de 2007, en el Parque de los Príncipes de París, Argentina derrotó a Irlanda (30-15) y clasificó a cuartos de final, en aquel Mundial en que acabó tercera.

«Aquel partido lo vi en casa en Rosario. Fue una cosa increíble, como todo el Mundial de 2007. Ese año me dio un empujón anímico para toda mi carrera», explica Imhoff.

«Me acuerdo de esa Navidad, cuando me regalan una CD de los Pumas de bronce. Lo vi en aquellas días y fue algo que me hizo replantearme muchas cosas. ¿Qué era lo que quería? ¿Eso o irme de fiesta con los amigos el 24 y el 31 de diciembre», añade.

«Estoy a un partido de lograr eso. Es una oportunidad única. Para comer esta sopa espero tener la cuchara y no el tenedor», dice el jugador del Racing parisino.

El wing de Los Pumas no cree que Irlanda, que parte como favorito, tenga más presión que Argentina. «Creo que llega un etapa en que la presión no se puede medir. Es una etapa tan importante que los dos equipos tienen la misma presión, por querer ganar y seguir en el Mundial», señala.

Argentina se basará en el ataque y en la posesión de la pelota, como viene ocurriendo desde que Daniel Hourcade asumió el puesto de técnico en 2013.

«Los irlandeses no son tontos y saben que nuestro punto más fuerte es el ataque. Si empezamos a agarrar buenos ataques, tal vez empiezan a hacerse preguntas y dudar», explica.

«Hay que atacar con cierto criterio. Si me preguntas a mí, atacaría con todo, pero es fundamental en el partido, que el 9, el 10 y el 12 manejen el momento en que les podemos hacer daño», analiza.

Imhoff podría verse las caras con Jonathan Sexton, el apertura irlandés que se lesionó el aductor en último duelo de la primera fase, y que ha sido su compañero en Racing Metro 92 de París las dos últimas temporadas.

«No le gusta perderse un partido, pero es un jugador que depende de su físico. Le ha costado mucho alcanzar lo que tiene físicamente. Y depende mucho de que esté bien, porque es muy estructurado. Necesita todo perfecto. Lo va a querer jugar aunque esté al 60 %. Podemos aprovecharnos de cómo esté», añade.

«Me gustaría ganarle a Jonathan Sexton, que es una persona a la que quiero mucho, a la que he admirado y con la que he jugado. Me gustaría ganarle por el respeto que le tengo y por crecer como jugador. Pero no exista una pica porque no le tengo bronca para nada. Tuve la suerte de conocerlo y es un señor del
rugby», incide.

Imhoff compara a Irlanda con los Springboks sudafricanos, a los que Los Pumas les ganaron en Durban este año en el Rugby Championship.

«Es un equipo que por su poderío físico es muy frontal. La única debilidad que puede tener es un exceso de confianza en lo físico. Me hace recordar a los sudafricanos. Es un equipo muy estructurado. Cuando le sales a romper la estructura se pierden un poco», señala.

«Los Pumas tradicionalmente han sido conocidos por intentar patear, pero hoy Los Pumas son fuertes con la pelota, no somos un equipo que devuelve la pelota fácilmente», añade.

Con cinco tries, tres de ellos en este Mundial de 2015, unidos a los dos de 2011, convierten a Imhoff en el argentino que más ha logrado en la historia del torneo. Contra Irlanda buscará un sexto que le ayude a realizar su sueño de ser semifinalista.