El uruguayo Andrés Cunha será el árbitro de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca en el estadio Monumental el próximo sábado 24, según confirmó hoy la Conmebol. Además, las entradas para el cotejo definitorio, se agotaron rápidamente, según confirmó el club «millonario», en una jornada en la cual colapsó el sitio de internet, algo que provocó la bronca de los hinchas locales, que se expresaron en redes sociales.

El estadio lucirá un lleno total, con más de 65 mil personas y los dirigentes esperan una recaudación que superará los 100 millones de pesos.

En cuanto al hombre de negro, el árbitro uruguayo le ganó la pulseada a varios árbitros que estaban en carpeta, entre ellos el brasileño Wilson Sampaio y el colombiano Wilmar Roldán, aunque en algún momento sonó también el nombre del argentino Néstor Pitana.

Además, la Conmebol confirmó que el también uruguayo Leodán González será el encargado de supervisar el VAR (sistema de videoarbitraje), que al igual que en «La Bombonera» será utilizado en el partido decisivo de la edición 2018 del torneo.

Cunha fue el árbitro que dirigió el partido de vuelta de la semifinal en el que River eliminó a Gremio de Porto Alegre, de visitante, por 2 a 1. En los últimos minutos del partido, cuando estaban igualado 1 a 1, Cunha fue alertado por los encargados del VAR que había una mano de parte del defensor Bressan, quien por esa acción fue expulsado.

La ejecución estuvo a cargo de Gonzalo «Pity» Martínez y con el tanto, River pudo vencer a Gremio 2 a 1 y haciendo valer el gol de visitante se clasificó a la final.

Pero Cunha también es recordado por la parcialidad «millonaria» por haber sido el que encargado del VAR en la semifinal ante Lanús en la edición del 2017.

En esa ocasión el árbitro principal fue el colombiano Roldán, pero Cunha no alertó de una mano en el área de Lanús cuando River ganaba 2-0, de parte de Diego Braghieri en una jugada con Ignacio Scocco.

Sin embargo, el propio Cunha alertó a Roldán de un agarrón de Gonzalo Montiel sobre Nicolás Pasquini, que le dio un penal a Lanús para poner el 4-2, a través de Alejandro Silva, y determinó la llegada del «granate» a la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia.

Cunha debutó como árbitro en 2011 y fue internacional por primera vez el 21 de agosto de 2014 en el encuentro entre General Díaz y Cobresal por la Copa Sudamericana.

Además, controló el VAR en el Mundial Sub 20 de Corea del Sur 2017 al igual que en el Mundial de Clubes de ese mismo año. A sus 41 años tuvo la oportunidad de dirigir la Copa del Mundo de Rusia 2018, y también dirigió en la Copa América en 2015 y 2016.