Los restos de Diego Barisone, el futbolista de Lanús que murió en un accidente de tránsito, fueron despedidos hoy por cientos de familiares, amigos y jugadores que se acercaron antes que sea el entierro en el cementerio privado de Monte Vera en la provincia de Santa Fe.

De la ceremonia, que incluyó una recorrida que pasó por el club Unión, participaron los planteles del Tatengue y del Granate, que lo tenía contratado desde principios de año.

Con una bandera que decía «Bari nunca de olvidaremos», cientos de hinchas de Unión estuvieron en la sede de la institución, en bulevar Pellegrini y avenida Freyre.

En ese lugar, se mezclaron aplausos y cantos con llantos y rostros de incomprensión por el fallecimiento de Barisone, reconocido hincha Tatengue que jugó desde las infantiles hasta debutar en Primera División.

Minutos antes de las diez de la mañana del miércoles, sus restos fueron enterrados en el cementerio privado de Monte Vera, donde estuvieron presentes los jugadores de Lanús, que viajaron especialmente a la provincia de Santa Fe el martes por la noche para acompañar a la familia.

El fatal accidente ocurrió en la madrugada del martes en el kilómetro 111 de la autopista Santa Fe-Rosario cuando, por causas que se tratan de establecer, el Volkswagen Sirocco en el que viajaba Barisone embistió por la parte trasera a un camión cargado con maíz que circulaba en su mismo carril y en sentido norte-sur e inició una serie de tumbos que terminaron con el futbolista despedido de su vehículo.

El jugador, de 26 años y que se desempeñaba como defensor, inició su carrera profesional en 2009 en Unión de Santa Fe, luego pasó por Argentinos Juniors y luego de regresar al Tatengue para devolverlo a Primera División, este año se había sumado a las filas de Lanús, que había peleado palmo a palmo con Estudiantes de La Plata para hacerse con sus servicios.