Por Paulo Viglierchio

Rosario Central recuperó la sonrisa en el momento justo, donde el margen para seguir resignando posibilidades había llegado a una instancia límite, habiendo nulo margen para desequilibrarse. Triunfo importantísimo por lo que representa en lo numérico, y también porque lo hizo ante un adversario que, si bien viene últimamente con irregularidad, es uno de los que mejor juega en el país, con una clara línea. Fortaleza total en el Gigante.

El Canalla hizo de la primera mitad una bandera a la efectividad. Sin un juego inteligente, defendiendo mal, dejando espacios atrás porque los volantes no retrocedían con su marca, pero a partir de la contundencia edificó una diferencia importante. Aprovechó las enormes desinteligencias defensivas de un rival que maneja bien el balón, pero es muy desordenado en el fondo, otorgando unas ventajas increíbles por el lado de los stoppers.

Así, Jaminton Campaz se hizo un picnic con Di Césare, lo encaró siempre y en cada intento lo superó. Por la jerarquía del colombiano se explicó el triunfo parcial, complicando con su gambeta, incisivo y profundo, se volvió incontenible para la defensa visitante. Una buena actuación del cafetero bastó para justificar la superioridad en el marcador. Primero, la apertura del score llegó por un certero centro de O’Connor a la cabeza de Komar, que desvió su remate para abrir el trámite. Pocos minutos después, un contragolpe encontró un buen desborde del Bicho y mejor asistencia para le entrada solitaria de Tobías Cervera, que solo tuvo que empujarla para establecer el segundo tanto. En cuestión de un ratito, Central estaba 2 a 0 arriba.

Con un calor y humedad que hizo complicado el ritmo del partido para los dos, el resto de la historia en los 45 iniciales se trató de un Argentinos impotente, cuyos intentos se disolvieron en el tramo final del campo, a pesar de tener la posesión, Broun apenas tuvo que intervenir en un zurdazo envenenado de González Metilli que después el Coyote Rodríguez llegó a despejar en la línea al trabar con un contrincante. A pesar del flojo retroceso auriazul, el conjunto de La Paternal careció de alternativas eficientes para ser punzante en los últimos metros.

Central careció del aporte de Malcorra y Campaz en defensa, y a Coyote Rodríguez, obviamente, le volcaron los ataques por su lado. Al mediocampo le costó imponer presencia -salvo Campaz-, Maxi Lovera estuvo desconectado de todo, livianito, el 10 muy lento, y la dupla Ortíz-O’Connor trató de cerrar huecos como pudo, a sabiendas que solo el volante central es el más capacitado para el corte. A pesar de ello, por falencias del equipo de Pablo Guede, todo esos aspectos para mejorar quedaron en un segundo plano.

En el complemento, rápidamente Argentinos se metió en el encuentro con el descuento de Ávalos de penal. El Canalla eligió defender la exigua diferencia y sufrió, sin la pelota, extrañando la firmeza de sus habituales zagueros titulares, ya que Facundo Mallo estuvo ausente por lesión y Carlos Quintana se retiró en el entretiempo, la dupla Komar-Aguero claramente ofrece muchas menos garantías. Nuevamente al libreto de replegarse.

Quien si tuvo un buen ingreso, sacrificado y dando una mano en las coberturas, fue Fabricio Oviedo. El delantero, que es nueve, volanteó por derecha y tuvo el despliegue del que careció Lovera, mucha más ayuda para Damián Martínez, que ganó mucho más de lo que perdió el duelo con Montiel. Central siguió con problemas por el medio, donde le entraron con mucha facilidad. Y cuando peor la pasaba, una jugada fortuita le dejó el balón servido a Malcorra por el medio, quien tuvo a disposición elegir que palo y colocarla a gusto. Resultado mentiroso quizás, pero los goles se hacen.

Ya con el 3 a 1 a favor, decididamente los dirigidos por Russo decidieron aguantar hasta el final. Hubo tiempo para ver más en acción a Dannovi Quiñonez por un cansado O’Connor, una incorporación que está empezando a sumar más minutos. Claramente se percibe que le falta fútbol y continuidad. Además, Luca Martínez Dupuy también tuvo su chance desde el banco, pero sigue sin aprovechar las oportunidades, desde ya que es poco abastecido.

Una victoria clave para el Canalla. Que reafirmó sus pretensiones en el objetivo final de clasificar a copas internacionales, incluso se metió provisoriamente en zona de Libertadores. Quedan tres finales para asegurar una de las metas planteadas en el segundo semestre. Clasificar entre los cuatro primeros en su grupo también está a tiro, pero para ello, y lo anterior, debe ratificar la tarea que le corresponde y esperar una colaboración externa. Por hoy, fundamental haber vuelto a los tres puntos, confirmando una vez más que en casa es inexpugnable.