Por Santiago A. Fraga

Mal armado de plantel, mala preparación física y mala suerte: un combo fatal para explicar los vaivenes de este presente de Newell’s Old Boys, que hoy tiene un equipo joven y diezmado, sin director técnico oficializado y eliminado de Copa Argentina, y al mismo tiempo lleva tres triunfos al hilo en Liga tras una larga mala racha.

A la buena noticia del triunfo, este jueves se le sumó una nueva negativa, relacionada (una vez más…) con las lesiones: el mediocampista Juan Sforza, afuera de la convocatoria en la victoria 2 a 1 de ayer frente a Aldosivi por acumulación de amarillas, sufrió un esguince de tobillo en el desarrollo del encuentro ante Gimnasia (victoria 2-0), por lo que se perderá varios encuentros, según informó el periodista Hernán Cabrera.

La cifra general es impactante: uno de cada dos jugadores que sumaron minutos en la Lepra en estos tres meses y medio de competencia sufrieron lesiones. Exactamente, 17 de los 31 futbolistas que jugaron en Liga Profesional luego se perdieron partidos por inconvenientes físicos.

Otros, incluso, se lesionaron sin siquiera haber jugado, como es el caso del flamante refuerzo Lucas Melano, que se perderá todo el campeonato por una molestia en el tobillo sin siquiera haber podido concentrar ni una sola vez (además del pésimo ojo de la conducción deportiva, ¿cómo pudo ser capaz de superar una revisión médica?).

Entre quienes sí jugaron, Ramiro Macagno, Lionel Vangioni, Cristian Lema, Víctor Velázquez, Armando Méndez, Martín Luciano, Pablo Pérez, Julián Fernández, Cristian Ferreira, Ramiro Sordo, Marcos Portillo, Marcos Benítez, Fabián Ángel, Willer Ditta, Juan Sforza, Juan Garro y Juan García engrosan la lista de jugadores que se perdieron minutos por lesiones, en mayor o menor medida.

Algunas de estas molestias fueron por golpes o acciones de juego, como el caso de Vangioni o el de Velázquez, mientras que la gran mayoría de las lesiones se debieron a desgarros, distensiones y esguinces de rodilla.

En el triunfo de ayer frente a Aldosivi, cinco de los once titulares de la Lepra tenían 19 años o menos, mientras que en el banco de suplentes solamente Willer Ditta (24) superaba los 21 de edad.

A su vez, en los últimos dos partidos por el torneo local, Adrián Coria debió disponer de menos suplentes que los 12 reglamentarios. Frente a Gimnasia, solamente ocho jugadores fueron al banco de relevos, mientras que en Mar del Plata fueron nueve.

Este último dato no hace más que reforzar el esfuerzo de los jóvenes jugadores de Newell’s que tienen que hacerle frente a esta situación y la mala gestión futbolística, sumando solamente dos jugadores en el mercado de pases (cuando ya la situación pedía de más) y de los cuales ninguno de los dos sumó más de tres partidos.

A comienzos de semestre, los preparadores físicos de Javier Sanguinetti fueron Ramiro Loguercio y Walter Occhiatto, los mismos que arribaron en diciembre del año pasado junto con el DT.

El 6 de junio, y después de un semestre en el que el hincha leproso destacó la preparación de los jugadores y el rendimiento físico en la cancha, Occhiatto dejó el club para formar parte del equipo de trabajo de Mauro Gerk en el Querétaro de México.

Tras esa salida, Loguercio en el rol de «Head of Performance» y Gonzalo Marín en la recopilación de datos y seguimiento continuaron trabajando con el equipo y diez días más tarde se sumaría el PF Ariel Varady, que previamente se desarrollaba como coordinador de la preparación física en las divisiones formativas.

Con la salida de Sanguinetti (y con él la de todo su cuerpo técnico), mientras dure el interinato en el rojinegro la preparación física será de Ariel Palena, quien previamente trabajaba con Adrián Coria y Gustavo Tognarelli en la coordinación de divisiones inferiores.

En un comunicado emitido el pasado lunes, el presidente Ignacio Astore se refirió a la pasada a la situación de los lesionados, sin dar demasiadas especificaciones.

En su comentario, realizado entremedio del análisis de los refuerzos incorporados y la conducción técnica, aseguró que no le iba a “sacar importancia” a la “gran cantidad de lesionados que hubo” (agregando “hoy tengo un parte médico de 15 jugadores lesionados, un plantel entero”) y enfatizó: “Yo tengo mi diagnóstico, yo tengo mi concepto”.

Una frase que no responde nada y que, si bien pudiera deberse a algo que el presidente conoce pero no puede o quiere decir, se complementa con nulas decisiones que se ven tomadas en el manejo de este aspecto. Los partidos pasan, las lesiones pasan, y sería correcto conocer qué es lo que sucedió para llegar a este punto, saber si se pudo evitar en su momento y qué se hará ahora por evitarlo en el futuro.