Por José Odisio

Llop se muestra tranquilo. No parece ser un técnico de un equipo que apenas suma 5 puntos en 6 partidos y quedó eliminado de Copa Argentina. El DT señala que ganarle a Chacarita sería bueno por la confianza. Y no está mal ese pensamiento. Pero también debe saber que si no gana, su crédito ya deteriorado quedará extinguido y comenzará a transitar el camino de «gana o se va».

Cuatro cambios no parece mucho si se tiene en cuenta el flojo partido ante Vélez. Y más allá de la salida de Valenzuela para «calmarlo», Llop mete mano en ofensiva, donde el equipo sufre más.

Tres partidos sin anotar es una muestra real de lo que genera el equipo en ataque. Y no es sólo responsabilidad del nueve, por más que salga Guevgeozian y entre Luis Leal. Newell’s no hace goles, pero tampoco genera demasiado. Y así ganar es imposible, casi utópico.

Chacarita en el Coloso no debería asustar a nadie. Pero está tan bajo Newell’s que hoy no puede garantizar superar a un equipo al cual es difícil reconocerle un jugador de primera.

Llop se muestra sereno. No siente la presión, o al menos no lo manifiesta. Si esa calma la traslada a los jugadores será muy bueno. Pero debe saber que está obligado a ganar. Sino… no entendió nada.