Por Pablo Martínez

Las hermanas Etel y Sofía Sánchez se convirtieron en el símbolo del nado sincronizado en la Argentina después de la sorprendente perfomance en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ahora, el dueto rosarino tiene un nuevo desafío: participar en la cita olímpica de Río de Janeiro, que se desarrollará en agosto y como lo hacen desde la infancia, se proponen superarse para alcanzar el podio.

Después de una jornada de entrenamiento en la pileta del club Gimnasia y Esgrima del Parque de la Independencia, las nadadoras rosarinas dialogaron con Conclusión sobre el recorrido de ambas en una disciplina que tiene muchas complejidades.

La relación de ambas con el deporte se inició en la niñez: «Mis padres estaban interesados en que supiéramos defendernos dentro del agua,Nado sincronizado Salvador ante cualquier eventualidad y nos fue interesando el nado sincronizado», afirmó Sofía. «Ellos nos apoyaban, pero cuando empezamos a desarrollarnos en el nado, no les gustó tanto, porque pretendían que estudiemos una carrera profesional y este deporte nos quita mucho tiempo. Sin embargo, cuando nos hicimos conocidas, todo cambió y ahora, siguen nuestros pasos», sentenció Etel.

En la carrera deportiva de las hermanas Sánchez hay un quiebre en el 2008, cuando tuvieron la posibilidad de viajar a Canadá y durante dos meses pudieron perfeccionarse. Allí se convencieron que podían hacer algo distinto, superador.

La relación familiar es decisiva, dentro y fuera del agua: «Imaginate que convivir con una persona 24 horas, aunque ahora ya no vivimos juntas, pero igual hay momentos que se siente el desgaste. Pero nos llevamos muy bien, nos corregimos una a la otra y la relación es igual adentro que afuera», remarcó Etel. Las chicas rosarinas no son mellizas, sino parte de trillizos, ya que el hermano menos conocido se llamaNado sincronizado 2 Salvador Tomás.

En lo estrictamente deportivo, las hermanas contaron la manera en que sustentaban los gastos de la alta competencia: «Entre 2008 y 2010, mis papás nos ayudaban mucho con los viajes junto al gobierno provincial que siempre estuvo presente. En 2011 surgió lo del Enard y recuerdo que el primer subsidio fue como un premio por haber logrado una medalla de bronce en los juegos Odesur. Luego nos empiezan a pagar mensualmente, sin dudas el Enerd nos ha mejorado muchísimo, porque es muy importante viajar para hacernos conocida, hasta me solventó una cirugía con la obra social», afirmó Sofía.

Las rosarinas no pudieron clasificarse directamente a los Juegos Olímpicos durante los Panamericanos de Toronto, es por ello que en marzo buscarán revancha en Brasil para entrar en la competencia internacional: «Tenemos miedo, es la ciclotimia de los nervios de poder clasificarnos, técnicamente nos vemos bien, tenemos dos meses por delante para seguir puliendo muchas cosas, un viaje en el medio, estamos confiadas y tenemos muchas posibilidades de clasificar», señaló Etel. Y agregó: «Nosotras queremos entrar y una vez clasificadas con muchos meses para entrenar, enfocarnos en algún país, que este en el roce nuestro, para ganar».

El nado sincronizado tuvo un gran auge a partir de la destacada actuación de las hermanas Sánchez: «Es un deporte estéticamente muy lindo, la disciplina es muy saludable, me encantaría que participen muchas más nenas porque eso haría crecer más el deporte, que es muy lindo pero también muy exigente», sostuvo Sofía. Y añadió: «A partir de nuestro ingreso a los Juegos Olímpicos de Londres, el nado sincronizado se hizo muy conocido, gracias al apoyo del periodista Gonzalo Bonadeo, nosotros nos sentimos pioneras en hacer que el deporte tenga su reconocimiento».

11696367_1679189662300876_6984278273975191110_oEl camino que transitan las chicas rosarinas tiene algunas espinas que superar: «Llega un punto que no sabés por qué lo haces, pero sabés que lo necesitás, tenés un sueño que cumplir, muchas veces la carga del entrenamiento supera el sueño y eso es lo que hay que evitar. Es como la vida misma, es ir a trabajar y uno quiere crecer en lo que hace, asumiendo responsabilidades», sentenció Etel. Y agregó: «Este deporte te hace vivir muchísimas emociones, porque esto supera cualquier experiencia, el hecho de representar a tu país, en este caso competir con mi hermana es lo más lindo que me puede pasar, nos encuentra en una etapa de mayor duración y estamos dispuestas a poder lograr el objetivo».

Las hermanas Etel y Sofía Sánchez se mueven por el natatorio del club Gimnasia yEthel y Sofia Sanchez Esgrima como si fuera su casa, que en realidad lo es, pues allí se sienten seguras y convencidas, son agradecidas del club que las vio nacer como deportistas de alta competencia.

Las representantes del deporte argentino, sólo piensan en entrenar y capacitarse en todo momento, el nado sincronizado le exige disciplina, compromiso y técnica, características esenciales de las nadadoras rosarinas que se entregan en cuerpo y alma.