El circo de la Fórmula 1  regresa este fin de semana con el Gran Premio de Hungría marcado  por la muerte del francés Jules Bianchi, la primera en la máxima  categoría del automovilismo desde que falleciera el brasileño  Ayrton Senna en 1994.

Bianchi murió a los 25 años después de que no lograra salir  del coma en el que entró tras su accidente en el Gran Premio de  Japón, en octubre.  Su entierro en Niza el martes, acompañado por muchos de los  que fueron sus compañeros en sus dos temporadas en la Fórmula 1,  fue una muestra del triste ambiente que se vive estos días en el  paddock.

«Voy a pensar en Jules y a rezar por él, no solamente en esta  prueba, durante todo lo que me resta de carrera», señaló  Hamilton en el comunicado de presentación de su equipo para el  GP de Hungría.    «Sé que él desea que continuemos peleando en la pista y es lo  que haremos», prometió el doble campeón del mundo.

Además Hamilton pidió a los aficionados en la red social  Twitter que le enviaran ideas para rendir homenaje al francés en  su casco el domingo.    Como por azar, la diferencia de puntos entre el líder  Hamilton y su compañero en Mercedes Nico Rosberg (2º) es de 17  puntos, el número de Bianchi, que la Federación Internacional  del Automóvil decidió retirar de la parrilla de salida para  siempre en homenaje al francés.