Por Claudio Giglioni
Pasó el partido ante Libertad y la mejor noticia para Central fue que sólo perdió 2 a 0, en un cotejo donde no se puede hablar que haya sido una casualidad, que termine compitiendo en la tercera fecha de la Libertadores con un equipo alternativo que dejó signos de mucha preocupación.
Primero, el equipo de titulares juega mal, y viene otro entrenador que le saca otras cosas a los que no jugaran, los alternativos jugaron mucho peor, en algún momento dolió ver a Central tan vulnerado. El primer tiempo terminó 0-0 por una falta de definición del rival, y en el segundo se salvó de la goleada por la falta de gol y Ledesma.
El mediocampo de Central fue nulo, ni marcó ni creó, hay que tratar de cuidar a los chicos como Villagra con lo que le ponés al lado, a la hora de marcar no marca nadie y a la hora de jugar, tampoco.
Esta situación de Central no se arregla con un cambio de técnico, el plantel está mal armado, es una consecuencia de dilapidar puntos, me dolió ver a Central así en un torneo internacional.
Causalidad no casualidad, este es el resultado de un proyecto que se estrelló contra una pared y ahora debe reconstruirse en la primera, en las inferiores y en lo económico. Un partido para no olvidar, para no repetir esto y Cocca deberá proteger a los chicos, porque si no así, se va a transformar en una picadora de carne deportiva, a la hora de mirar hacia adelante.
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