Hace nueve años, el astro rosarino Lionel Messi daba el golpe en el Santiago Bernabéu con un verdadero lujo futbolístico, al convertir los dos goles como visitante del Real Madrid, en la semifinal de ida de la Champions League.

En ese entonces, un Messi de apenas 23 años comenzaba a meterse entre los mejores de la historia, en una jugada donde dejó en el camino a varios jugadores merengues y definió ante la salida del español Iker Casillas para estampar el 2 a 0.

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Además de ese tanto que fue una obra de arte, ese partido es recordado como uno de los mejores de la Pulga ante su eterno rival. En la vuelta, el Barsa defendió la ventaja empatando 1 a 1 y se clasificó a la final contra el Manchester United.

En la definición, el 10 argentino tampoco se quedó afuera, ya que anotó el segundo de los goles de su equipo, que terminó ganando por 3 a 1. De esta manera, Lio quedó como el goleador de la edición de Champions con doce gritos.